sábado, 12 de diciembre de 2009
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Tu "yo" se clavó en mí como una espina.
Quise que cada día se clavara más y me impidiera respirar;
el deseo de que sin respiración mi palpitar fuera más fuerte y lo oyeras desde la distancia.
Tu "nosotros" se hizo más asiduo entre mis verbos.
Quise que un "nuestro" significara siempre un "tuyo" y un "para siempre";
el deseo de que sin tu lengua el verbo se quedara sin sujeto y no quisieras intentarlo.
El eterno retorno nos hace volver a cruzarnos, a querernos, a amarnos.
Quise que cada día se clavara más y me impidiera respirar;
el deseo de que sin respiración mi palpitar fuera más fuerte y lo oyeras desde la distancia.
Tu "nosotros" se hizo más asiduo entre mis verbos.
Quise que un "nuestro" significara siempre un "tuyo" y un "para siempre";
el deseo de que sin tu lengua el verbo se quedara sin sujeto y no quisieras intentarlo.
El eterno retorno nos hace volver a cruzarnos, a querernos, a amarnos.
domingo, 6 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
sábado, 28 de noviembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
Siento que le perteneces.
Siento sentir que ya no sientas nada por mí.
Odio que le toques, que tus manos recorran su cintura
y acaben en el cóncavo mundo de las sensaciones.
Que los orgasmos que guardabas para mí, se hayan impregnado de su aliento,
que te lo diga al oido de la misma forma como te lo decía yo, bajito y excitante.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
Detesto que la mires como creí que me mirabas a mí, y que toques su pelo
como si no existiera otro, y yo mientras enviándote mis cabellos por carta para
que no los olvidaras.
Que pienses en ella cuando necesites hablar y yo no sepa más de tí.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
Aborrezco seguir prendada de tu belleza, de tu sinceridad y mientras tanto
besas sus labios con fuerza y gana, como cuando me besaste a mí y no querías acabar.
Que por un momento creí que yo era ella, y tú creiste que yo no quería serlo.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
Siento sentir que ya no sientas nada por mí.
Odio que le toques, que tus manos recorran su cintura
y acaben en el cóncavo mundo de las sensaciones.
Que los orgasmos que guardabas para mí, se hayan impregnado de su aliento,
que te lo diga al oido de la misma forma como te lo decía yo, bajito y excitante.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
Detesto que la mires como creí que me mirabas a mí, y que toques su pelo
como si no existiera otro, y yo mientras enviándote mis cabellos por carta para
que no los olvidaras.
Que pienses en ella cuando necesites hablar y yo no sepa más de tí.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
Aborrezco seguir prendada de tu belleza, de tu sinceridad y mientras tanto
besas sus labios con fuerza y gana, como cuando me besaste a mí y no querías acabar.
Que por un momento creí que yo era ella, y tú creiste que yo no quería serlo.
Siento que le perteneces.
Siento sentir que no sientas nada por mí.
martes, 24 de noviembre de 2009
A veces Matilde se pregunta por las voces que escucha en su cabeza.
Al principio pensaba que eran sus "yo" lejanos, aquellas vidas pasadas que dejaban su sabiduría. Más tarde se tachó de loca porque esas voces le daban datos erroneos que le hacian confiar y actuar para luego salir herida. Ahora las había comenzado a coger cariño, las hacía debatir, las cantaba nanas para que se durmieran mientras ella pensaba y recapacitaba. Pero un día una de las voces se rebeló, sonaba grave y acusatoria, fría y ajena. Se dio cuenta que en una ocasión había encerrado a una de ellas bajo llave por miedo a que le hiciera enamorarse, porque era la voz de su corazón. De tanto que se olvidó de ella, ésta había envejecido, de tanto darse tiempo.El tiempo pasó más deprisa de lo que esperaba.
El corazón se estaba quedando mudo
Al principio pensaba que eran sus "yo" lejanos, aquellas vidas pasadas que dejaban su sabiduría. Más tarde se tachó de loca porque esas voces le daban datos erroneos que le hacian confiar y actuar para luego salir herida. Ahora las había comenzado a coger cariño, las hacía debatir, las cantaba nanas para que se durmieran mientras ella pensaba y recapacitaba. Pero un día una de las voces se rebeló, sonaba grave y acusatoria, fría y ajena. Se dio cuenta que en una ocasión había encerrado a una de ellas bajo llave por miedo a que le hiciera enamorarse, porque era la voz de su corazón. De tanto que se olvidó de ella, ésta había envejecido, de tanto darse tiempo.El tiempo pasó más deprisa de lo que esperaba.
El corazón se estaba quedando mudo
domingo, 22 de noviembre de 2009
Me gustaría odiarte por correspondencia y atreverme a poner el remitente.
Desearía presentarme en tu casa y decirte: "sí, soy yo la que por las noches, mientras sueñas, te llama desgarradoramente; la que abre la boca para que tus suspiros le quiten el alma".
Pero se nos pasó, se pasó el tiempo y las telarañas formaron mis huesos, mientras que el musgo empezó a decorar mis cabelleros dorados y la corteza que cubría mis debilitadas pasiones se hizo más dura. Me volví hueca y ya no te pude escribir cartas en las que, bajo todo ese odio, te quería a rabiar, tanto que mis llemas al creer tocarte se llenaron de llagas por rozar un amor tan puro.
Desearía presentarme en tu casa y decirte: "sí, soy yo la que por las noches, mientras sueñas, te llama desgarradoramente; la que abre la boca para que tus suspiros le quiten el alma".
Pero se nos pasó, se pasó el tiempo y las telarañas formaron mis huesos, mientras que el musgo empezó a decorar mis cabelleros dorados y la corteza que cubría mis debilitadas pasiones se hizo más dura. Me volví hueca y ya no te pude escribir cartas en las que, bajo todo ese odio, te quería a rabiar, tanto que mis llemas al creer tocarte se llenaron de llagas por rozar un amor tan puro.
viernes, 20 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
jueves, 5 de noviembre de 2009
Dejaste que los sentimientos se caducaran a pesar de ser de familia perenne.
Dejaste que se pudrieran los besos a pesar de que faltaban años para que sucediera.
Dejaste que se malgastara el fluir del amor a pesar de que el grifo no goteba.
Dejaste, dejaste, dejaste...y al fui yo la que deje de comprender cada movimiento, cada necesidad.Me volví testaruda, agria, triste y desdibujada.
Dejar es como aceptar la muerte.
Dejaste que se pudrieran los besos a pesar de que faltaban años para que sucediera.
Dejaste que se malgastara el fluir del amor a pesar de que el grifo no goteba.
Dejaste, dejaste, dejaste...y al fui yo la que deje de comprender cada movimiento, cada necesidad.Me volví testaruda, agria, triste y desdibujada.
Dejar es como aceptar la muerte.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Te toqué el hombro y me despedí.
Durante un largo sueño tu hombro ejercía sobre mí un gran peso, su imagen desnuda me hacía sentir en el pecho agujas y punzadas que intentaban explotar mi corazón por si dentro de él había más de un amor para tí, más de un sentimiento.
Y empecé a sangrar, a sentir como se deslizaba por mi ombligo un camino de sangre que llegaba hasta la puerta y hacian que la puerta rompiera su cristal y lo inundarán como si fuera la puerta de un protíbulo donde vendo mi corazón al mejor postor, y no digamos mi cuerpo porque es tuyo sin que lo toques.
Agarrándome a las sábanas mi mano tocó la madera caliente de la habitación en penumbra, al otro lado tu pecho se excitaba con la conversación que no llegamos a tener pero que nuestras mentes creadoras imaginaron. Maldita la mano que paró en seco mis movimientos, maldita sea la tentación de la manzana que la serpiente dibujo debajo de mis caderas.
Y lo único que quise era dormir contigo, que el calor que sale de tu cuerpo me creara un halo de resistencia, a tu ser, a tu cara, a tu mirada. Aquel camino de sangre quiso que mis pies dejaran la huella y a la mañana siguiente descubrieras que fui yo quien te arropó y te susurró al oido que era toda tuya.
Al mirarme tenía cara de culpable.
Durante un largo sueño tu hombro ejercía sobre mí un gran peso, su imagen desnuda me hacía sentir en el pecho agujas y punzadas que intentaban explotar mi corazón por si dentro de él había más de un amor para tí, más de un sentimiento.
Y empecé a sangrar, a sentir como se deslizaba por mi ombligo un camino de sangre que llegaba hasta la puerta y hacian que la puerta rompiera su cristal y lo inundarán como si fuera la puerta de un protíbulo donde vendo mi corazón al mejor postor, y no digamos mi cuerpo porque es tuyo sin que lo toques.
Agarrándome a las sábanas mi mano tocó la madera caliente de la habitación en penumbra, al otro lado tu pecho se excitaba con la conversación que no llegamos a tener pero que nuestras mentes creadoras imaginaron. Maldita la mano que paró en seco mis movimientos, maldita sea la tentación de la manzana que la serpiente dibujo debajo de mis caderas.
Y lo único que quise era dormir contigo, que el calor que sale de tu cuerpo me creara un halo de resistencia, a tu ser, a tu cara, a tu mirada. Aquel camino de sangre quiso que mis pies dejaran la huella y a la mañana siguiente descubrieras que fui yo quien te arropó y te susurró al oido que era toda tuya.
Al mirarme tenía cara de culpable.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Creí que el destino venía disfrazado de abrazos a esta fiesta.
A altas horas de la noche y embriagada por el humo y el alcohol, las drogas y el amor vi como de aquel abrazo sacaba una daga mortal.
Mi pelo tricolor comenzó a tener un tono rojizo. Mis creencias cayeron al suelo y germinaron.
Desde aquella noche tengo un vacio. No tengo nada
A altas horas de la noche y embriagada por el humo y el alcohol, las drogas y el amor vi como de aquel abrazo sacaba una daga mortal.
Mi pelo tricolor comenzó a tener un tono rojizo. Mis creencias cayeron al suelo y germinaron.
Desde aquella noche tengo un vacio. No tengo nada
jueves, 22 de octubre de 2009
7 de la tarde. Callejón
Chica corre tras sus sueños.
Sus pies cada vez más parecen que solo tienen una dirección, "¡por aquí!, ¡no por aquí!"
Como si se tratara de un globo que se le escapó de pequeña alza los brazos y los ve tan diminutos que se siente insegura de alcanzarlo. Su pelo se va haciendo una maraña de dudas, ya no sabe que oportunidades han quedado atrás, puertas, ventanas, salidas de emergencia...
"Corre corre que te pillo", mientras que el sueño se rie a carcajada limpia, haciéndole burla mirándo como cada vez más, la chica va haciéndose pequeñay a gran distancia y derrepente una onomatopeya se ecucha en la lejanía. Ruido de tropezón y el sueño cae malherido.
La chica se acerca, "¿estás bien?". El sueño entristecido y llorón le mira a los ojos y le intenta convencer para que se aproxime abajo, donde se encuentra arrodillado. La chica duditativa se acerca y el sueño le dice a su oido "Mira lo que me has hecho, tanto tiempo corriendo detrás de mí, dejando cosas atrás y ahora me has hecho romperme, has roto tu sueño y ahora qué, ¿piensas arreglarme o tirarme en la primera papelera que encuentres? No te das cuenta chica que ya no eres una chica que eres una mujer, ha pasado tanto....verdad, has crecido y siempre me teneias en la mente. Me he convertido en un pequeño ser de tanto que me has querido materializar, y ¿ ahora qué? ¿ahora qué?....poco a poco la chica se va quedando sentana en el suelo y la voz se pierde en la lejanía, ella cierra los ojos llena de invertidumbre y cuando los abres, es ella la que tiene el respón en la rodilla, la que se calló. La que por tanto correr se tropezó.
Chica corre tras sus sueños.
Sus pies cada vez más parecen que solo tienen una dirección, "¡por aquí!, ¡no por aquí!"
Como si se tratara de un globo que se le escapó de pequeña alza los brazos y los ve tan diminutos que se siente insegura de alcanzarlo. Su pelo se va haciendo una maraña de dudas, ya no sabe que oportunidades han quedado atrás, puertas, ventanas, salidas de emergencia...
"Corre corre que te pillo", mientras que el sueño se rie a carcajada limpia, haciéndole burla mirándo como cada vez más, la chica va haciéndose pequeñay a gran distancia y derrepente una onomatopeya se ecucha en la lejanía. Ruido de tropezón y el sueño cae malherido.
La chica se acerca, "¿estás bien?". El sueño entristecido y llorón le mira a los ojos y le intenta convencer para que se aproxime abajo, donde se encuentra arrodillado. La chica duditativa se acerca y el sueño le dice a su oido "Mira lo que me has hecho, tanto tiempo corriendo detrás de mí, dejando cosas atrás y ahora me has hecho romperme, has roto tu sueño y ahora qué, ¿piensas arreglarme o tirarme en la primera papelera que encuentres? No te das cuenta chica que ya no eres una chica que eres una mujer, ha pasado tanto....verdad, has crecido y siempre me teneias en la mente. Me he convertido en un pequeño ser de tanto que me has querido materializar, y ¿ ahora qué? ¿ahora qué?....poco a poco la chica se va quedando sentana en el suelo y la voz se pierde en la lejanía, ella cierra los ojos llena de invertidumbre y cuando los abres, es ella la que tiene el respón en la rodilla, la que se calló. La que por tanto correr se tropezó.
lunes, 5 de octubre de 2009
sábado, 3 de octubre de 2009
miércoles, 30 de septiembre de 2009
No te moviste y yo ví como pasaban las horas imaginando que te movias, que venías hacia mí. Que tu imagen se proyectaba sobre la mía, en la cama, como aquella noche.
Y te espero sentada, en la escalera que no lleva ninguna parte, con las rodillas muy cerca, como barrera que protege mi corazón. Te espero, día y noche, mañana y tarde. Solo se me queda la imagen tuya, el silbido en mi oido, las palabras...
Cuanto más te vas, más dentro se me mete tu presencia.
Y te espero sentada, en la escalera que no lleva ninguna parte, con las rodillas muy cerca, como barrera que protege mi corazón. Te espero, día y noche, mañana y tarde. Solo se me queda la imagen tuya, el silbido en mi oido, las palabras...
Cuanto más te vas, más dentro se me mete tu presencia.
martes, 29 de septiembre de 2009
No podía abrir los ojos y tú mientras cogiéndome de la mano.
Pronunciabas mi nombre, como si todo ese cúmulo de letras tuviera una carga intensa, que derrotara el dolor que tenía dentro de mi cabeza.
Yo te decía que no podía más que necesitaba que tiraras de mí, porque mis fuerzas se habían anulado. Intentaba correr, alejarme de ese dolor, pero no podía, me apretaba, me contraía, me hacía diminuta.
Y tu volvías a pronunciar mi nombre, como si stuviera a mil kilómetros de tu cuerpo, como si quisieras mantener el hilo de voz como una cuerda de salvación, de amarre.
Cuando yo quise pronunciar tu nombre, ya era demasiado tarde, algo dentro de mí falló.
El frío cubrió mis pasiones
Pronunciabas mi nombre, como si todo ese cúmulo de letras tuviera una carga intensa, que derrotara el dolor que tenía dentro de mi cabeza.
Yo te decía que no podía más que necesitaba que tiraras de mí, porque mis fuerzas se habían anulado. Intentaba correr, alejarme de ese dolor, pero no podía, me apretaba, me contraía, me hacía diminuta.
Y tu volvías a pronunciar mi nombre, como si stuviera a mil kilómetros de tu cuerpo, como si quisieras mantener el hilo de voz como una cuerda de salvación, de amarre.
Cuando yo quise pronunciar tu nombre, ya era demasiado tarde, algo dentro de mí falló.
El frío cubrió mis pasiones
jueves, 24 de septiembre de 2009
Amanecía despejado y ella, en su pequeño espacio de sensaciones se encontraba acurrucada en una esquina. Fría, mirando diréctamente a la ventana, que se encontraba en el techo. Sólo veía un cristal lleno de polvo y un cielo azul, claro, clarísimo; algo que no podía conseguir con su cabeza.
Llena de dudas, había pasado la noche anterior, agarrada a una botella que no se había atrevido a abrir, pero el simple hecho de tocarla, la hacía creer que tenía una vía de escape. Nunca podía de dejar de ser responsable hasta en el momento más amargo y desesperanzador.
No habia llorado, ni reido, ni gesticulado. Simplemente había apuntado su nombre en una hoja y lo había tachado millones de veces. Si él nunca la volvería a llamar de esa manera dulce, cariñosa por su nombre, había decidido que dejaría de pronunciarlo.
Desde ese momento solamente era un cuerpo, desnudo y vacio, dejaba de ser ella.
Llena de dudas, había pasado la noche anterior, agarrada a una botella que no se había atrevido a abrir, pero el simple hecho de tocarla, la hacía creer que tenía una vía de escape. Nunca podía de dejar de ser responsable hasta en el momento más amargo y desesperanzador.
No habia llorado, ni reido, ni gesticulado. Simplemente había apuntado su nombre en una hoja y lo había tachado millones de veces. Si él nunca la volvería a llamar de esa manera dulce, cariñosa por su nombre, había decidido que dejaría de pronunciarlo.
Desde ese momento solamente era un cuerpo, desnudo y vacio, dejaba de ser ella.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
La torpeza me tiene atada de pies y manos.
Torpe al amar, torpe al razonar, torpe al acariciar.
Ese movimiento titubeante, que necesita un apoyo verbal más que material, una aprobación que debió extinguirse hace mucho tiempo, pero que está metida en mi oido.
Mi alma torpe, que no garantiza lo que soy de verdad. No sé si algún día lo seré.
Torpe al amar, torpe al razonar, torpe al acariciar.
Ese movimiento titubeante, que necesita un apoyo verbal más que material, una aprobación que debió extinguirse hace mucho tiempo, pero que está metida en mi oido.
Mi alma torpe, que no garantiza lo que soy de verdad. No sé si algún día lo seré.
lunes, 21 de septiembre de 2009
martes, 15 de septiembre de 2009
Se me hizo difícil mirarte a los ojos.
Me mostré temblorosa, duditativa y poco accesible.
Se mi hizo difícil no mostrarme desnuda frente a tí.
Me mostré incoherente, inconstante e irreconocible.
Se me hizo difícil no besarte.
Me mostré desconfiada, desolada y dependiente.
Se me hizo difícil, con todo lo que vivimos, con todo lo que sentimos. Se me hizo difícil.
Me mostré temblorosa, duditativa y poco accesible.
Se mi hizo difícil no mostrarme desnuda frente a tí.
Me mostré incoherente, inconstante e irreconocible.
Se me hizo difícil no besarte.
Me mostré desconfiada, desolada y dependiente.
Se me hizo difícil, con todo lo que vivimos, con todo lo que sentimos. Se me hizo difícil.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Desnuda, contemplaba el cielo que traía un aroma a paises exóticos. Desde la ventana de enfrente, un tímido niño la observaba, no con mirada excitada, sino con embriaguez por descubrir la definición de curioso.
No se movía, mientras,ella, desencajaba sus caderas al son de una música desconocida, suave, pero que se introducía en su mente; alejándola de este mundo. La imagen era bella, como sus hombros, como su espalda, del color del marfíl.
Cuando ella se dio cuenta de la presencia del pequeño intruso, no pensó maldades, ni sintió vergüenza, simplemente sonrió, se acercó a la ventana y saludo tímidamente. Le lanzó un beso, lo que hizo que el chico diera un paso para atrás, adentrándose en la oscuridad de la habitación.
Nunca se lo contó a nadie, era su secreto. Su mirada se volvió adulta
No se movía, mientras,ella, desencajaba sus caderas al son de una música desconocida, suave, pero que se introducía en su mente; alejándola de este mundo. La imagen era bella, como sus hombros, como su espalda, del color del marfíl.
Cuando ella se dio cuenta de la presencia del pequeño intruso, no pensó maldades, ni sintió vergüenza, simplemente sonrió, se acercó a la ventana y saludo tímidamente. Le lanzó un beso, lo que hizo que el chico diera un paso para atrás, adentrándose en la oscuridad de la habitación.
Nunca se lo contó a nadie, era su secreto. Su mirada se volvió adulta
jueves, 10 de septiembre de 2009
miércoles, 9 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
Estorbo
No se si de verdad es utilidad lo que busco, nose si será el destacar.
Simplemente me sentí así, dejada un poco en el olvido; sentada en aquella silla con la que tropiezas por la noche. En la esquina donde tu dedo meñique casi se rompe. Con aquel sombrero puesto en la cabeza, aquel que nunca te has puesto y te estorba al coger los abrigos. Vestida con el traje de los domingos que solo te pusiste por obligación de tu madre.
Simplemente me sentí así, dejada un poco en el olvido; sentada en aquella silla con la que tropiezas por la noche. En la esquina donde tu dedo meñique casi se rompe. Con aquel sombrero puesto en la cabeza, aquel que nunca te has puesto y te estorba al coger los abrigos. Vestida con el traje de los domingos que solo te pusiste por obligación de tu madre.
jueves, 3 de septiembre de 2009
El chico de los ojos saltones descubrió su propenso miedo a llorar. Temía llorar tanto que sus ojos salieran en busca de la amada.
Aquella chica. Solamente ella.
Sus ojos eran azules, grandes, tanto; que en ellos se podría reflejar un mundo entero que el había construido a golpe de lápiz en las paredes desnudas de su habitación.
Un mundo para aquella chica. Solamente para ella.
El chico de los ojos saltones, cierra sus párpados intentando resguardarse del frío que pueda interrumpir sus pensamientos, que no le permita pensar con coherencia. Por ello cierra sus ojos a la vida y se queda metido en su fantasía.
Donde vive aquella chica. Solamente ella
Aquella chica. Solamente ella.
Sus ojos eran azules, grandes, tanto; que en ellos se podría reflejar un mundo entero que el había construido a golpe de lápiz en las paredes desnudas de su habitación.
Un mundo para aquella chica. Solamente para ella.
El chico de los ojos saltones, cierra sus párpados intentando resguardarse del frío que pueda interrumpir sus pensamientos, que no le permita pensar con coherencia. Por ello cierra sus ojos a la vida y se queda metido en su fantasía.
Donde vive aquella chica. Solamente ella
miércoles, 2 de septiembre de 2009
martes, 1 de septiembre de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
Me desperté en mitad de la noche. Caminé descalza sobre el suelo frio, mis pies cálidos comenzaron a transmitir aquella sensación de inseguridad que creaba en mi piel latigazos.
Llegué en la nevera, hacía días que me había prohibido comer, como un castigo severo, con la decisión de que como buena Aries, iba a ser una gran dictadora. Por ello me quedé varios minutos observando con gula la comida, me imaginaba varias situaciones en las que mi cara era felicidad y mi boca estaba repleta. En realidad, era mentira, era un burdo cuento. Mi cara era todo un dilema de angustias. Decidí cerrar y abrir la nevera varias veces con la idea de que desaparecería al comida y asunto resuelto. Eso no sucedió nunca. Lo que estaba desapareciendo era mi cordura.
Llegué en la nevera, hacía días que me había prohibido comer, como un castigo severo, con la decisión de que como buena Aries, iba a ser una gran dictadora. Por ello me quedé varios minutos observando con gula la comida, me imaginaba varias situaciones en las que mi cara era felicidad y mi boca estaba repleta. En realidad, era mentira, era un burdo cuento. Mi cara era todo un dilema de angustias. Decidí cerrar y abrir la nevera varias veces con la idea de que desaparecería al comida y asunto resuelto. Eso no sucedió nunca. Lo que estaba desapareciendo era mi cordura.
martes, 25 de agosto de 2009
Crecí entre un atmósfera putrefacta. Mis primeros pasos los empañaron el humo de la sociedad, no podía reirme por miedo a quedar deborada por los gases tóxicos de la crueldad.
No lloraba por temor a que mi cara de muñeca de porcelana no viera nuevos horizontes.
Viví deprisa, caminé despacio. Me rompí los huesos escalando las posiblidades y allí nada, allí no encontré nada.
No lloraba por temor a que mi cara de muñeca de porcelana no viera nuevos horizontes.
Viví deprisa, caminé despacio. Me rompí los huesos escalando las posiblidades y allí nada, allí no encontré nada.
miércoles, 19 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
Aquella noche, en el sillón quise ser tuya.
Que tus párpados me abrigaran, me abrazaran con las pestañas y me llevaran a un mundo de deseo y pasión.
Quise que tus manos se adentraran en mi interior, que tocaran puntos que ensalzaran mi feminidad. Sentirme como un instrumento, que sonara al ritmo de tus fantasías.
Me digiste, aquella noche, entre sudor y saliba, que estando conmigo nunca saldrias de mi
Que tus párpados me abrigaran, me abrazaran con las pestañas y me llevaran a un mundo de deseo y pasión.
Quise que tus manos se adentraran en mi interior, que tocaran puntos que ensalzaran mi feminidad. Sentirme como un instrumento, que sonara al ritmo de tus fantasías.
Me digiste, aquella noche, entre sudor y saliba, que estando conmigo nunca saldrias de mi
sábado, 15 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
Se fue quitando el vestido de una manera fácil y sensual, nada preconcebida y muchos menos descarada. Se fue deslizando poco a poco debido al sudor que le recorría al espalda.Estaba deseando ser tocada, examinada, observada por aquel acompañante. Sabía que no era la manera más adecuada, pero ella nunca había jurado lealtad a la educación. Le gustaba el descaro, y ese era su traje de noche.
Era para él, solo para él de puertas para dentro, por completo. No el intimidaba. Jugaba bien sus cartas, ponía sus reglas y marcaba su terreno. Pero no se dió cuenta de cerrar su corazón, de que esa noche quedaría embriagada por una sensación que su cuerpo habái tenido. El amor.
Marta quedó marcada para siempre.
Era para él, solo para él de puertas para dentro, por completo. No el intimidaba. Jugaba bien sus cartas, ponía sus reglas y marcaba su terreno. Pero no se dió cuenta de cerrar su corazón, de que esa noche quedaría embriagada por una sensación que su cuerpo habái tenido. El amor.
Marta quedó marcada para siempre.
jueves, 13 de agosto de 2009
Tuve el sentimiento de que viviamos juntos,
de que nos amabamos a todas horas.
Tuve la necesidad de ti a cada instante,
aunque estuvieras a mi lado durante horas.
He reconocido que estoy empapelada de cartas de amor,
de frases y de situaciones durante este tiempo.
Pero ahora te has ido y es como si no supiera hacer nada sin tu presencia.
de que nos amabamos a todas horas.
Tuve la necesidad de ti a cada instante,
aunque estuvieras a mi lado durante horas.
He reconocido que estoy empapelada de cartas de amor,
de frases y de situaciones durante este tiempo.
Pero ahora te has ido y es como si no supiera hacer nada sin tu presencia.
martes, 11 de agosto de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
He reconocido de nuevo la sensación de andar por el mundo sin ningún peso encima.
¿Cómo puedo hacerme ese daño? después de todo, después de aquello.
Me creo el verdugo y la víctima al mismo tiempo. Estoy en la diana, preparada para que la flecha me destroce y descubra que debajo de todo este disfraz sigo estando yo.
Ya no se que hacer. Grito, pataleo, lloro, muerdo. Lo que pasa que lo hago todo en soledad, cuando las puertas de mi casa se cierran y dejo en el felpudo de la entrada la imagen de felicidad. Si alguien huele a muerto, es mi alma.
¿Cómo puedo hacerme ese daño? después de todo, después de aquello.
Me creo el verdugo y la víctima al mismo tiempo. Estoy en la diana, preparada para que la flecha me destroce y descubra que debajo de todo este disfraz sigo estando yo.
Ya no se que hacer. Grito, pataleo, lloro, muerdo. Lo que pasa que lo hago todo en soledad, cuando las puertas de mi casa se cierran y dejo en el felpudo de la entrada la imagen de felicidad. Si alguien huele a muerto, es mi alma.
jueves, 6 de agosto de 2009
La curiosidad es una sensación que le seducía. Como un felino se apresuraba a conocer todos los recovecos de su anatomía. Torso, tripa, cara, pierna y un sin fín de zonas que toqueteaba cada vez que podía, tanto en directo, como en las noches de soledad cuando su cabeza dibujaba en sueños su cuerpo.
Un día se vió capaz de dibujar con carboncillo su perfil y se dio cuenta que admiraba más el cuerpo de su amante que el suyo propio. Se había dejado de cuidar, de preocuparse por su estado, por sus necesidades, por sus gustos; tanto que en lugar de ver su cara reflejada en el espejo veía la cara de él.
Un día se vió capaz de dibujar con carboncillo su perfil y se dio cuenta que admiraba más el cuerpo de su amante que el suyo propio. Se había dejado de cuidar, de preocuparse por su estado, por sus necesidades, por sus gustos; tanto que en lugar de ver su cara reflejada en el espejo veía la cara de él.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Se fue deslizando por la habitación, como si desde alguna de las esquinas, una música le indicara como apaciguar sus nervios y le mostrara la forma más fácil de andar. Sus pies tomaron ahora el control de su cabeza, un, dos, tres; giro; un, dos, tres;giro.
Mientras, en el sillón, él la observaba, silencioso, callado, para que ni es simple parpadeo o respiración acabaran con ese momento mágico.
- ¿Es verdad que puedes crear belleza a través de un simple movimiento?
- Tú, eres todo belleza sin que emitas ningún movimiento.
Ella sonrió, se sonrojó y emitió una risita dulce que hizo que el corazón de él se acelerara.
Aquellas tardes, resguardándose del sol, de las altas temperaturas, con solo una sábana como muro para protegerse de la cruel sociedad, fue testigo de sus deseos más carnales en cuerpos todavía jóvenes, débiles ante el dolor del primer amor
Mientras, en el sillón, él la observaba, silencioso, callado, para que ni es simple parpadeo o respiración acabaran con ese momento mágico.
- ¿Es verdad que puedes crear belleza a través de un simple movimiento?
- Tú, eres todo belleza sin que emitas ningún movimiento.
Ella sonrió, se sonrojó y emitió una risita dulce que hizo que el corazón de él se acelerara.
Aquellas tardes, resguardándose del sol, de las altas temperaturas, con solo una sábana como muro para protegerse de la cruel sociedad, fue testigo de sus deseos más carnales en cuerpos todavía jóvenes, débiles ante el dolor del primer amor
viernes, 31 de julio de 2009
Siento mis piernas entumecidas, pero no de moverme, sino todo lo contrario, de estar fijada en una misma marca en el suelo. Sueñan con andar, con correr, con pasearse por lugares que mis ojos no han podido, ni si quiera, conocer.
Hoy he decidido conocer dos mundos, en el que uno actúa por inercia, y en el que uno puntualiza y supervisa. No se si destaco en alguno. Hubiera querido no enfrentarme a ninguno, hacer una bola de papel de los dos y tirarla a una basura, como una bomba, y salir corriendo queriendo que la explosión no me manche de negro mis nuevos zapatos.
Realmente, he llegado, pero no se si me quedaré mucho tiempo
Hoy he decidido conocer dos mundos, en el que uno actúa por inercia, y en el que uno puntualiza y supervisa. No se si destaco en alguno. Hubiera querido no enfrentarme a ninguno, hacer una bola de papel de los dos y tirarla a una basura, como una bomba, y salir corriendo queriendo que la explosión no me manche de negro mis nuevos zapatos.
Realmente, he llegado, pero no se si me quedaré mucho tiempo
domingo, 19 de julio de 2009
martes, 30 de junio de 2009
martes, 23 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
Fría y sudorosa, con ganas de salir corriendo por temor a no poder corresponderle, o quizás a que ella no fuera la correspondida. Una suave manta le cubrió durante varios minutos su desnutrido cuerpo, desnutrido de amor, de caricias, de sentimientos. Hacía mucho tiempo que había perdido la fe en sentirse amada, en ser correspondida.
Lentamente se dejó llevar por el ambiente, cerró los ojos, se inclinó y sus cabellos dorados se extendieron por aquella cama que dentro de unas pocas horas iba a ser testigo de la fusión de dos seres, de dos ingenuos muchachos. Durante un momento sintió el peso de otro cuerpo cercano a ella, que no la tocaba, que no estaba cerca de ella, pero que podía notar, palpar, degustar.
"¿Puedo acercarme más?" fue lo que la hizo volver a la realidad, una pregunta ante la que no se veía capaz de contestar. Nadie le había enseñado que las acciones emiten causas y efectos, que lo que ella decidiera ahora, anudaría su destino y nunca más podría volver atrás. Ella pensaba que demasiado cerca ya estaba, que si lo hacía más, su cuerpo explotaría en mil pedazos y por eso se estremeció y se acurrucó más hasta que sus brazos cobijaron sus piernas. Pero inconscientemente se relamió los labios. Maldiciéndose, de su boca no pudo salir otra cosa que aquella frase que golpeaba la puerta con sus nudillos. "Por favor hazlo".
Con cada milímetro que la boca de él avanzaba hacia la suya, el chico volvía a repetir la frase una y otra vez, como un estribillo de una melodía que hacía vibrar las cuerdas que ataban a esa pobre muñeca al teatro de esta situación.
Y cuando ya pudo notar su aliento impregnando sus labios, sin tan ni si quiera abriendo los ojos en todo este tiempo, su mano cobró vida, y tocando levemente su nuca, aproximo los labios inocentes, que comenzaron a desarrollar una vida indecente, sin ser dueños de nadie, al unísono, al compás.
Aquella vida indecente de labios, fue digerida durante dos años.
Lentamente se dejó llevar por el ambiente, cerró los ojos, se inclinó y sus cabellos dorados se extendieron por aquella cama que dentro de unas pocas horas iba a ser testigo de la fusión de dos seres, de dos ingenuos muchachos. Durante un momento sintió el peso de otro cuerpo cercano a ella, que no la tocaba, que no estaba cerca de ella, pero que podía notar, palpar, degustar.
"¿Puedo acercarme más?" fue lo que la hizo volver a la realidad, una pregunta ante la que no se veía capaz de contestar. Nadie le había enseñado que las acciones emiten causas y efectos, que lo que ella decidiera ahora, anudaría su destino y nunca más podría volver atrás. Ella pensaba que demasiado cerca ya estaba, que si lo hacía más, su cuerpo explotaría en mil pedazos y por eso se estremeció y se acurrucó más hasta que sus brazos cobijaron sus piernas. Pero inconscientemente se relamió los labios. Maldiciéndose, de su boca no pudo salir otra cosa que aquella frase que golpeaba la puerta con sus nudillos. "Por favor hazlo".
Con cada milímetro que la boca de él avanzaba hacia la suya, el chico volvía a repetir la frase una y otra vez, como un estribillo de una melodía que hacía vibrar las cuerdas que ataban a esa pobre muñeca al teatro de esta situación.
Y cuando ya pudo notar su aliento impregnando sus labios, sin tan ni si quiera abriendo los ojos en todo este tiempo, su mano cobró vida, y tocando levemente su nuca, aproximo los labios inocentes, que comenzaron a desarrollar una vida indecente, sin ser dueños de nadie, al unísono, al compás.
Aquella vida indecente de labios, fue digerida durante dos años.
domingo, 21 de junio de 2009
Que traicionera es esta ciudad.
Callejuela que te hacen perderte en la apacible noche.
Noche que hace ver las cosas de otra manera, ese fervor, esas ganas de más, de no tener y querer, de necesitar.
Y en el momento menos apetecible, tu reflejo en el espejo de la puerta, creí que te habías ido de mi cabeza, quise cerrar los ojos y que solo fuera mi imaginación, pero eras tú, la calle nos había hecho cruzarnos.
Sentimientos que nunca acabaron, ganas de tí y una sola acción que he creado en mi cabeza todas las noches.
¿Estás sola? te invitio a subir.
Callejuela que te hacen perderte en la apacible noche.
Noche que hace ver las cosas de otra manera, ese fervor, esas ganas de más, de no tener y querer, de necesitar.
Y en el momento menos apetecible, tu reflejo en el espejo de la puerta, creí que te habías ido de mi cabeza, quise cerrar los ojos y que solo fuera mi imaginación, pero eras tú, la calle nos había hecho cruzarnos.
Sentimientos que nunca acabaron, ganas de tí y una sola acción que he creado en mi cabeza todas las noches.
¿Estás sola? te invitio a subir.
viernes, 19 de junio de 2009
Lentamente se acurrucó en la cama. Afuera el tiempo era caluroso y una leve brisa del sur se adentraba en la habitación por debajo del pequeñó hueco que dejaba la persiana. Intimidad, eso es lo que quería sentir en ese ambiente. Intimidad para abrir el regalo.
Un regalo pequeño, pero con un gran significado.
Despacio, se fue desnudando, quería que aquel regalo le vistiera de amor, de sensaciones, de olores y sueños. Por ello se metio desnuda en la cama, apagó todas las luces, menos la de una pequeña vela que cubrió toda la habitación de embrujo, de magia.
Y le dio al play, unas palabras de una voz conocida comenzaron a hacerle sonreir. Se sabía de memoria aquel monólogo, pero esta vez le sonaba diferente, lo degustaba como si fuera la primera vez, sonaba distinto, y esta vez entendió que este sentimiento que se le había colado entre los huesos era verdad. Estaba enamorada y cada una de esas canciones le hizo sentir un amor distinto; un amor tranquilo, sereno, un amor aventurero, un amor pasional, un amor sensual, otro travieso, melancólico, triste, embriagador y temerosos. Tocó todas la sensaciones con un par de canciones, todas ellas dedicadas a ella.
Y en un momento se quedó grabada un par de frases, un par de lágrimas acariciaron sus mejillas, que ella intentó limpiar, y con la imaginación intentó creer que esa mano que limpiaba sus lágrimas de felicidad eran las de él, que a pesar de la distancia se encontraba con ella, sin permitir que aquella noche, su corazón se rompiera en mil pedacitos.
Por primera vez, ella supo que era él, que eras tú, que te eoncontró.
Un regalo pequeño, pero con un gran significado.
Despacio, se fue desnudando, quería que aquel regalo le vistiera de amor, de sensaciones, de olores y sueños. Por ello se metio desnuda en la cama, apagó todas las luces, menos la de una pequeña vela que cubrió toda la habitación de embrujo, de magia.
Y le dio al play, unas palabras de una voz conocida comenzaron a hacerle sonreir. Se sabía de memoria aquel monólogo, pero esta vez le sonaba diferente, lo degustaba como si fuera la primera vez, sonaba distinto, y esta vez entendió que este sentimiento que se le había colado entre los huesos era verdad. Estaba enamorada y cada una de esas canciones le hizo sentir un amor distinto; un amor tranquilo, sereno, un amor aventurero, un amor pasional, un amor sensual, otro travieso, melancólico, triste, embriagador y temerosos. Tocó todas la sensaciones con un par de canciones, todas ellas dedicadas a ella.
Y en un momento se quedó grabada un par de frases, un par de lágrimas acariciaron sus mejillas, que ella intentó limpiar, y con la imaginación intentó creer que esa mano que limpiaba sus lágrimas de felicidad eran las de él, que a pesar de la distancia se encontraba con ella, sin permitir que aquella noche, su corazón se rompiera en mil pedacitos.
Por primera vez, ella supo que era él, que eras tú, que te eoncontró.
miércoles, 17 de junio de 2009
Me levanté bajo esa sensación de estar despierta y no poder reaccionar.
Parpadeo cada dos microsegundos,
empieza mi lengua a salibar,
marca en la piel de las sábanas que ayer por la noche anudamos entre nuestras cinturas.
Comencé a desperezarme, mi pupila me permitió divisar el sudor que recorría mi pecho, una gota dibujaba la huella que habías dejado sobre él, todavía palpitante.
Durante 45 minutos había tocado el cielo y ahora temía poner los pies en el suelo por si mis tobillos habían olvidado lo que era caminar por el mundo terrenal.
Parpadeo cada dos microsegundos,
empieza mi lengua a salibar,
marca en la piel de las sábanas que ayer por la noche anudamos entre nuestras cinturas.
Comencé a desperezarme, mi pupila me permitió divisar el sudor que recorría mi pecho, una gota dibujaba la huella que habías dejado sobre él, todavía palpitante.
Durante 45 minutos había tocado el cielo y ahora temía poner los pies en el suelo por si mis tobillos habían olvidado lo que era caminar por el mundo terrenal.
domingo, 14 de junio de 2009
Siempre he dicho que los lugares influyen. Que por mi sangre circulan las sensaciones que aquellos rincones me creaban. Recuerdos de años, personas, amores, corazones rotos...
Se que tengo recuerdos indestrucctibles, paraisos en mitad de los edificios que me dejan ver la claridad de mis nubarrones sentimentales, que nunca nadie los puede penetrar, que solo lo comparto conmigo, con esa persona que a veces entiendo y otras no comprendo.
Esa soy yo, a base de lugares, árboles, mesas, sillas, libros, cafés, licores, azul, verde, gris, rojo, música, silencio, soledad, compañía. Algunos parece que no recuerdo, otros se han quedado grabados en la retina.
Una persona no es de donde nace, sino de donde vive.
Se que tengo recuerdos indestrucctibles, paraisos en mitad de los edificios que me dejan ver la claridad de mis nubarrones sentimentales, que nunca nadie los puede penetrar, que solo lo comparto conmigo, con esa persona que a veces entiendo y otras no comprendo.
Esa soy yo, a base de lugares, árboles, mesas, sillas, libros, cafés, licores, azul, verde, gris, rojo, música, silencio, soledad, compañía. Algunos parece que no recuerdo, otros se han quedado grabados en la retina.
Una persona no es de donde nace, sino de donde vive.
sábado, 6 de junio de 2009
martes, 2 de junio de 2009
Recuerdo una noche, de esas del principio de toda esta historia. Ya conocía algunas inquitudes tuyas y ese afán por ver las cosas que para otros pasan desapercibidas.
Recuerdo tu manera de cogerme, de abrazarme, como tu espalda era mi máximo horizonte por descubrir.
Recuerdo que todavía ese capítulo no está cerrado y que algún día nos volveremos a ver.
Recuerdo tu manera de cogerme, de abrazarme, como tu espalda era mi máximo horizonte por descubrir.
Recuerdo que todavía ese capítulo no está cerrado y que algún día nos volveremos a ver.
lunes, 1 de junio de 2009
Y allí volvías a estar tú.
Otro paisaje, otras vidas, otras manos, otro olor.
Volvieron tus caricias, tus suspiros al aire, tus mejillas sonrosadas.
Calor que hacía levantar mi falda, sudores frios que me hacian temblar.
Y allí volvía a estar tus labios, con otra tesitura y otro sabor; tu altura, tu cintura, tu lunar de la espalda, tu cómodo pecho.
Volvieron las palabras, que conocía al pie de la letra, el tararear de una canción, la blusa abierta, las piernas en la cintura.
Volvías, aunque yo maldecía ese momento, segundas oportunidades, cuerpos conocidos, sentimientos parecidos.
Dejavu
Otro paisaje, otras vidas, otras manos, otro olor.
Volvieron tus caricias, tus suspiros al aire, tus mejillas sonrosadas.
Calor que hacía levantar mi falda, sudores frios que me hacian temblar.
Y allí volvía a estar tus labios, con otra tesitura y otro sabor; tu altura, tu cintura, tu lunar de la espalda, tu cómodo pecho.
Volvieron las palabras, que conocía al pie de la letra, el tararear de una canción, la blusa abierta, las piernas en la cintura.
Volvías, aunque yo maldecía ese momento, segundas oportunidades, cuerpos conocidos, sentimientos parecidos.
Dejavu
miércoles, 27 de mayo de 2009
lunes, 25 de mayo de 2009
Nunca preguntas como me encuentro,
ni realmente me miras mientras hablo.
Esperas a que sea yo quien actue,
quien determine la situación.
No sabes con que color me identifico,
ni el secreto que llevo bajo la piel.
No sabes como me gusta tomar el café,
ni la frase célebre que me describe.
Nunca quieres escuchar mis canciones,
ni leer mis versos.
No me pides que te acompañe,
y mucho menos te gusta que yo lo haga.
No reconoces mi olor,
ni te ries con mis gracias.
Me reprochas, ignoras y castigas;
no escuchas, ni admiras ni me desvistes.
ni realmente me miras mientras hablo.
Esperas a que sea yo quien actue,
quien determine la situación.
No sabes con que color me identifico,
ni el secreto que llevo bajo la piel.
No sabes como me gusta tomar el café,
ni la frase célebre que me describe.
Nunca quieres escuchar mis canciones,
ni leer mis versos.
No me pides que te acompañe,
y mucho menos te gusta que yo lo haga.
No reconoces mi olor,
ni te ries con mis gracias.
Me reprochas, ignoras y castigas;
no escuchas, ni admiras ni me desvistes.
sábado, 23 de mayo de 2009
jueves, 21 de mayo de 2009
Paloma
De ojos oscuros y mirada atenta.
Sus carcajadas podrían llegar a componer grandes bandas sonoras de historias irrepetibles.
De piel suave, y pelo revoltoso.
Sus andares, dejan un camino que muchos no pueden seguir al mismo ritmo.
De lágrima fácil y de sentimiento embriagador.
Da saltos de ciudad en ciudad, incluso donde el hombre no ha llegado, ella ha inventado una historia a base de recortes de periódicos.
Soñadora, inteligente, comprensiba, luchadora.
Valiente como una mujer, temerosa como una niña.
El equilibrio, la suerte, la locura son sus acompañantes de la vida.
Nose que haré sin ella.
Un año más, un día menos para estar contigo.
Ella sabe volar sola, pero me da tanta pena dejarla ir....
Sus carcajadas podrían llegar a componer grandes bandas sonoras de historias irrepetibles.
De piel suave, y pelo revoltoso.
Sus andares, dejan un camino que muchos no pueden seguir al mismo ritmo.
De lágrima fácil y de sentimiento embriagador.
Da saltos de ciudad en ciudad, incluso donde el hombre no ha llegado, ella ha inventado una historia a base de recortes de periódicos.
Soñadora, inteligente, comprensiba, luchadora.
Valiente como una mujer, temerosa como una niña.
El equilibrio, la suerte, la locura son sus acompañantes de la vida.
Nose que haré sin ella.
Un año más, un día menos para estar contigo.
Ella sabe volar sola, pero me da tanta pena dejarla ir....
La chica rubia de los tics, la que no se merecía canciones,
la que se parecía demasiado a tí. Ahora cuelve a creer en ella, puede que nunca dejara de hacerlo, pero no se veía con fuerzas de decírselo a sí misma.
No es que haya madurado, ni crecido, ni sentado la cabeza. La chica del pelo tricolor, sigue allí, detrás de la pupila, rasgándola para poder analizar la realidad.
Se ve merecedora de los sueños realizados, las sorpresas y las alegrías inesperadas.Por un momento, todos los esfuerzos que la almohada, entre susurros, le decía que no la iban a hacer daño, dieron su resultado.
la que se parecía demasiado a tí. Ahora cuelve a creer en ella, puede que nunca dejara de hacerlo, pero no se veía con fuerzas de decírselo a sí misma.
No es que haya madurado, ni crecido, ni sentado la cabeza. La chica del pelo tricolor, sigue allí, detrás de la pupila, rasgándola para poder analizar la realidad.
Se ve merecedora de los sueños realizados, las sorpresas y las alegrías inesperadas.Por un momento, todos los esfuerzos que la almohada, entre susurros, le decía que no la iban a hacer daño, dieron su resultado.
lunes, 18 de mayo de 2009
Adiós Benedetti
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
domingo, 17 de mayo de 2009
Siempre quise ser como Marga y viajar por Orión.
Que un chico triste, solitario y melancólico me cantara, guitarra en mano.
Mi cuerpo como inspiración, mi piel como partitura.
Que estuviera conmigo, que ensalzara mi espíritu de hierro y mi corazón de algodón.
Puede que se quisiera quedar conmigo, pero se fue en un viaje por tres mundos que yo no pude alcanzar.
Que un chico triste, solitario y melancólico me cantara, guitarra en mano.
Mi cuerpo como inspiración, mi piel como partitura.
Que estuviera conmigo, que ensalzara mi espíritu de hierro y mi corazón de algodón.
Puede que se quisiera quedar conmigo, pero se fue en un viaje por tres mundos que yo no pude alcanzar.
martes, 12 de mayo de 2009
Me quité una pestaña de mis ojos,
un lunar de mi espalda, arranqué una costra de mi brazo,
un trozo de carne de mi boca, un jirón de pie.
Te lo entregé a tí, por si un día llegara a desaparecer, pudieras recrear en cuerpo y alma cada trozo de mí, cada rincón de mi anatomía que tanto recorres con tus llemas.Por si algún día mis fuerzas me hacen desvanecer, por si no puedes vivir sin mí.
un lunar de mi espalda, arranqué una costra de mi brazo,
un trozo de carne de mi boca, un jirón de pie.
Te lo entregé a tí, por si un día llegara a desaparecer, pudieras recrear en cuerpo y alma cada trozo de mí, cada rincón de mi anatomía que tanto recorres con tus llemas.Por si algún día mis fuerzas me hacen desvanecer, por si no puedes vivir sin mí.
viernes, 8 de mayo de 2009
sábado, 2 de mayo de 2009
El jueves no tiene nada de especial,
simplemente es un día más, un día menos en tu calendario de días monótonos.
Quizás un café, una conversación, una canción te lo haga recordar.
Para mí el jueves se despertó en mí la escritora que posiblemente nunca llege a escribir, la poeta que escribe versos que ni si quiera ella puede llegar a entenderlos.
Recuerdo que cogí un metro, que alguien accedió a mis pensamientos por medio de garabatos escritos en papel; que otro miró por encima del hombro, seguro que pensó " bua poesías, rimas del escritor frustrado, melancólico y alcohólico"
Recuerdo que aquel jueves leí una noticia de Ángel González, y recuerdo que hacía tiempo que algo no me llegaba al alma, pensé que se había marchado porque nadie la cuidaba.
Quizás los diez tréboles que encontré me dieron suerte y eso que la poesía más intensa te pide que no la leas.
Gracias
simplemente es un día más, un día menos en tu calendario de días monótonos.
Quizás un café, una conversación, una canción te lo haga recordar.
Para mí el jueves se despertó en mí la escritora que posiblemente nunca llege a escribir, la poeta que escribe versos que ni si quiera ella puede llegar a entenderlos.
Recuerdo que cogí un metro, que alguien accedió a mis pensamientos por medio de garabatos escritos en papel; que otro miró por encima del hombro, seguro que pensó " bua poesías, rimas del escritor frustrado, melancólico y alcohólico"
Recuerdo que aquel jueves leí una noticia de Ángel González, y recuerdo que hacía tiempo que algo no me llegaba al alma, pensé que se había marchado porque nadie la cuidaba.
Quizás los diez tréboles que encontré me dieron suerte y eso que la poesía más intensa te pide que no la leas.
Gracias
martes, 28 de abril de 2009
Deseaba amarte en la justa oscuridad, entre suspiros, sudores y súplicas.
Con lenguajes nuevos, con te quieros al odio. Tan fácil, tan sencillo, tan bonito.
Las complicaciones nacieron cuando alguien más estaba allí, no en cuerpo, sino en presencia, cuando sabes que el secreto que compartes ya ha sido compartido, descubierto, profanado.
Me sentí fugitiva, loca, creadora de frases que sentenciaron mis sentimientos, tuve que llegar a ocultar la voz, por creer que esto era nuestro y no solo mio.
Te miré y te hablé pero creí que callar era amar y estuve equivocada
Con lenguajes nuevos, con te quieros al odio. Tan fácil, tan sencillo, tan bonito.
Las complicaciones nacieron cuando alguien más estaba allí, no en cuerpo, sino en presencia, cuando sabes que el secreto que compartes ya ha sido compartido, descubierto, profanado.
Me sentí fugitiva, loca, creadora de frases que sentenciaron mis sentimientos, tuve que llegar a ocultar la voz, por creer que esto era nuestro y no solo mio.
Te miré y te hablé pero creí que callar era amar y estuve equivocada
lunes, 27 de abril de 2009
Me arañé la piel por si el traje de piel que me tejieron tus manos era lo que me afixiaba, lo que no me dejaba avanzar.
Me abrí las heridas de bala, por si la sangra seguía siendo roja, por si lo que corría por mis venas era tu veneno.
Me cosí lo párpados para no verte, para que mis otros sentidos se desarrollaran tanto que pudieran sentirte a varios kilómetros y así ser capaz de evitarte antes de que volvieras a jugar conmigo.
Me quemé las yemas de los dedos para no sentirte, pero tus huellas seguían en mí y eso destrozaba más mi interior.
Me quise arrancar el corazón y plantarlo lejos de todo este contexto, que echara raices y no fuera detrás tuyo con cada temblor o escapada que hicieras.
Me rajé el labio con tus cartas de amor llenas de mentiras.
Y todavía te seguía amando.
Me abrí las heridas de bala, por si la sangra seguía siendo roja, por si lo que corría por mis venas era tu veneno.
Me cosí lo párpados para no verte, para que mis otros sentidos se desarrollaran tanto que pudieran sentirte a varios kilómetros y así ser capaz de evitarte antes de que volvieras a jugar conmigo.
Me quemé las yemas de los dedos para no sentirte, pero tus huellas seguían en mí y eso destrozaba más mi interior.
Me quise arrancar el corazón y plantarlo lejos de todo este contexto, que echara raices y no fuera detrás tuyo con cada temblor o escapada que hicieras.
Me rajé el labio con tus cartas de amor llenas de mentiras.
Y todavía te seguía amando.
viernes, 24 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
La noche se deshizo entre besos y caricias.
No había hueco para nada más, dos almas se habían complementado, llenaban todo el espacio. Entre aquellas sábanas, dos cuepos se fundieron a base de quemarse bajo una luz verde, que marcaba sus rostros, llenos de sensaciones, de excitaciones,con curvas de piel que no aguantaban las caricias sin poder quererse tocar más, hasta dentro.
En un instante tú fuiste yo y yo fui tú, no necesito más.
No había hueco para nada más, dos almas se habían complementado, llenaban todo el espacio. Entre aquellas sábanas, dos cuepos se fundieron a base de quemarse bajo una luz verde, que marcaba sus rostros, llenos de sensaciones, de excitaciones,con curvas de piel que no aguantaban las caricias sin poder quererse tocar más, hasta dentro.
En un instante tú fuiste yo y yo fui tú, no necesito más.
domingo, 19 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
domingo, 12 de abril de 2009
sábado, 11 de abril de 2009
He vuelto a medir la diferencia que radica entre el ser y querer llegar a ser.
Vivo pendiente de una imposición que yo misma me marqué aquel día, creo que nunca llegaré a deshacerme de es contorno dibujado con tiza en el suelo, a veces me tumbo en él para comprender
si debería estar más en el suelo que en las nubes.
Vivo pendiente de una imposición que yo misma me marqué aquel día, creo que nunca llegaré a deshacerme de es contorno dibujado con tiza en el suelo, a veces me tumbo en él para comprender
si debería estar más en el suelo que en las nubes.
miércoles, 8 de abril de 2009
Ojalá no hubiera leido, lo que quería leer.
Puede que mejor no haber comprendido, lo que mi cabeza me dice que comprenda.
Debería no haber abierto la puerta del pasado, ahora tengo miedo.
Creí que encontraría algo y lo encontré.
Quise echar a correr, pero escondí ese sentimiento, ahora no puedo borrar la imagen, las palabras, los sientos; los por qué? alimentan mi locura.
Quieta y callada, estoy más guapa, y si en ese momento me hubieras besado, puede que me hubiera mordido el labio y la sangre hubiera teñido la rabia.
Puede que mejor no haber comprendido, lo que mi cabeza me dice que comprenda.
Debería no haber abierto la puerta del pasado, ahora tengo miedo.
Creí que encontraría algo y lo encontré.
Quise echar a correr, pero escondí ese sentimiento, ahora no puedo borrar la imagen, las palabras, los sientos; los por qué? alimentan mi locura.
Quieta y callada, estoy más guapa, y si en ese momento me hubieras besado, puede que me hubiera mordido el labio y la sangre hubiera teñido la rabia.
lunes, 6 de abril de 2009
jueves, 2 de abril de 2009
Veintidós
Cumplir:
intr. Ser el tiempo o día en que termina una obligación, empeño o plazo.
Ha llegado el momento de hacer lo debido. No valen paradas en el camino.
Hay que seguir, incluidas las lágrimas, los amores, las añoranzas, los sueños.
Se acabó el tiempo de mirar hacia atrás, hoy es el día, ya no hay más tiempo, él no te espera.
Siempre me gustarón los números capicúas, igual que me gusta haber encontrado a mi Oto particular dentro de este círculo polar.
intr. Ser el tiempo o día en que termina una obligación, empeño o plazo.
Ha llegado el momento de hacer lo debido. No valen paradas en el camino.
Hay que seguir, incluidas las lágrimas, los amores, las añoranzas, los sueños.
Se acabó el tiempo de mirar hacia atrás, hoy es el día, ya no hay más tiempo, él no te espera.
Siempre me gustarón los números capicúas, igual que me gusta haber encontrado a mi Oto particular dentro de este círculo polar.
martes, 31 de marzo de 2009
viernes, 27 de marzo de 2009
Sentada frente al espejo .
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
No quiere, no puede, teme.
Sentada, desnuda, frente al espejo.
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
No siente, padece, sufre.
Sentada, desnuda, sola, frente al espejo.
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
Llora, solloza, gime.
Sentada, desnuda, sola, inquieta, frente al espejo.
Con el pelo cenizo, delante de los ojos.
Sonámbula, absorta, distante.
Sentada, desnuda, sola, inquieta, con las tijeras en la mano, frente al espejo
Con el pelo cenizo, delante de los ojos.
Arrebatadora, pasional, sentimental.
La chica se atreve a mirarse en el espejo, el frío la clava en el suelo. Puesta en pie, consigue descubrir de manera inquieta una desnudez cálida, no siente miedo, no tiembla, no parpadea. Simplemente la comodidad de una piel que ya no es distante a su alma, la recubre como una pequeña sábana aguardándola de los sobresaltos de su timidez. Tijeras en mano, descubre que puede inventar un nuevo camino, un nuevo dibujo dentro de su mente. Recorta su pelo, se desliga del pasado.
De pie, abrumada, paciente, con una sonrisa tranquilizadora, frente al espejo.
Con el pelo cenizo entre sus pies.
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
No quiere, no puede, teme.
Sentada, desnuda, frente al espejo.
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
No siente, padece, sufre.
Sentada, desnuda, sola, frente al espejo.
Con el pelo cenizo delante de los ojos.
Llora, solloza, gime.
Sentada, desnuda, sola, inquieta, frente al espejo.
Con el pelo cenizo, delante de los ojos.
Sonámbula, absorta, distante.
Sentada, desnuda, sola, inquieta, con las tijeras en la mano, frente al espejo
Con el pelo cenizo, delante de los ojos.
Arrebatadora, pasional, sentimental.
La chica se atreve a mirarse en el espejo, el frío la clava en el suelo. Puesta en pie, consigue descubrir de manera inquieta una desnudez cálida, no siente miedo, no tiembla, no parpadea. Simplemente la comodidad de una piel que ya no es distante a su alma, la recubre como una pequeña sábana aguardándola de los sobresaltos de su timidez. Tijeras en mano, descubre que puede inventar un nuevo camino, un nuevo dibujo dentro de su mente. Recorta su pelo, se desliga del pasado.
De pie, abrumada, paciente, con una sonrisa tranquilizadora, frente al espejo.
Con el pelo cenizo entre sus pies.
jueves, 26 de marzo de 2009
miércoles, 25 de marzo de 2009
miércoles, 18 de marzo de 2009
La cabeza se encontraba jugando en la calle, bajo el sol,
al "pilla pilla" con el corazón. Corre, corre, que te pillo....
Tras pasarse un buen rato corriendo, se quedó sin aire, y el corazón,
tramposo, falso y juguetón pensó que era una jugarreta para hacerle perder.
No se dió cuenta de la verdad, la cabeza había dejado de respirar, de conocer,
de recapacitar y actuar.
Sin ganas de seguir jugando dejo vencer al corazón.
al "pilla pilla" con el corazón. Corre, corre, que te pillo....
Tras pasarse un buen rato corriendo, se quedó sin aire, y el corazón,
tramposo, falso y juguetón pensó que era una jugarreta para hacerle perder.
No se dió cuenta de la verdad, la cabeza había dejado de respirar, de conocer,
de recapacitar y actuar.
Sin ganas de seguir jugando dejo vencer al corazón.
lunes, 16 de marzo de 2009
Hoy mi cabeza da vueltas a mi futuro más cercano, que siendo una gran paradoja no quiero que nunca llege.
Hoy comencé a decir adios a mis grandes amores, la simplicidad, la racionalidad y la tranquilidad, el cuarto amor, la pasión, espero que no se vaya de mi lado.
hoy es un día malo para la chica del pelo tricolor
Hoy comencé a decir adios a mis grandes amores, la simplicidad, la racionalidad y la tranquilidad, el cuarto amor, la pasión, espero que no se vaya de mi lado.
hoy es un día malo para la chica del pelo tricolor
miércoles, 11 de marzo de 2009
La chica del pelo tricolor, aquella que se esconde tras el flequillo, con la única intención de que un soplo de aire le aparte todos los pensamientos que nublan su mente; ya que si lo hace con su mano, la subjetividad del drama la atrapará por la nuca y quedará colgada como una marioneta dirigida por los dedos ligadores del destino.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Recuerdo aquella tarde, en la que decidí perderme por la ciudad, en la que no dí señales de vida. No estaba para nadie. Me puse un abrigo, no por abrigarme del frío, sino para que la rabia no entrara en mis huesos, para que el calor que produce el cariño hacia uno mismo se quedara dentro de mí y no saliera diluida por alguna de las heridas que ese día se habían abierto de nuevo.
Cerré toda conexión con el exterior, no hablé con nadie durante horas, bajé la mirada por si algún extraño llegaba a adivinar mis pensamientos. Andé despacio, dudando el camino, pero en cuanto no noté el peso de mi alma, que dejé atada al cabecero de la cama, mis piernas comenzaron a acelerar el paso, contaba izquierda, derecha, izquierda derecha, 4 pasos, 20 pasos, 100 pasos, metros, kilómetros, sin tropezarme, sin miedo a que los tobillos me jugaran una mala pasada y me hicieran caer.
El pelo alborotado, el sudor que emana frío, saliba que sabe a incomprensión. Las manos en los bolsillos por si el simple roce me hace daño. Intento esquivar a la gente como a las piedras que tiro sobre mi tejado. Circulo vicioso, tú, ella, yo, nosotros, nada de esto, vacío mi corazón en las aceras.
Empiezo a sentir como bombea mi corazón, nunca antes lo había sentido tan vivo, la sangre comienza a enrojecer mis carrillos, una llamada, un "no pasa nada", en realidad mis labios mienten, "te necesito", suena en mi cabeza.
Y decido dejar de perderme, encuentro los ojos de alguien conocido, intento disimular, las lágrimas relajan mis pupilas dilatadas, las palabras sobran...
Cerré toda conexión con el exterior, no hablé con nadie durante horas, bajé la mirada por si algún extraño llegaba a adivinar mis pensamientos. Andé despacio, dudando el camino, pero en cuanto no noté el peso de mi alma, que dejé atada al cabecero de la cama, mis piernas comenzaron a acelerar el paso, contaba izquierda, derecha, izquierda derecha, 4 pasos, 20 pasos, 100 pasos, metros, kilómetros, sin tropezarme, sin miedo a que los tobillos me jugaran una mala pasada y me hicieran caer.
El pelo alborotado, el sudor que emana frío, saliba que sabe a incomprensión. Las manos en los bolsillos por si el simple roce me hace daño. Intento esquivar a la gente como a las piedras que tiro sobre mi tejado. Circulo vicioso, tú, ella, yo, nosotros, nada de esto, vacío mi corazón en las aceras.
Empiezo a sentir como bombea mi corazón, nunca antes lo había sentido tan vivo, la sangre comienza a enrojecer mis carrillos, una llamada, un "no pasa nada", en realidad mis labios mienten, "te necesito", suena en mi cabeza.
Y decido dejar de perderme, encuentro los ojos de alguien conocido, intento disimular, las lágrimas relajan mis pupilas dilatadas, las palabras sobran...
lunes, 2 de marzo de 2009
Hoy me desnudé lentamente, temblorosa, como si lo hiciera delante tuyo.
Me imaginaba tus ojos concentrados en mis pechos, tus manos dibujando la línea de mi espalda en el aire, tus labios anclados en mi ombligo como si allí residiera mi razón de existir.
Me miré en el espejo. En la habitación sonaba "Little Chat" y parecía una quinceañera nerviosa, imaginándome situaciones de amor que me hacían ruborizarme. Me toqué la cara, como si fuera nueva, como si solo existiera cuando tú me la delimitas con las llemas de tus dedos, y me repetía para mis adentros, solo soy yo porque tú me imaginas, porque existo para tí.
Y cada vez que pienso en tí, cad situación tiene una banda sonora, me imagino contonenando las caderas lentamente mientras el tirante del vestido comienza a deslizarse por mi hombro, mis piernas tiemblan y mis manos no saben que botón elegir para comenzar a sentirte realmente como quiero, sin disfraces, sin dificutades, ni barreras.
Y cada vez que giro y no te veo en la habitación, esta se hace más pequeña, y me embriago de momentos vividos, por si algún día tus manos ya deciden que mi cuerpo se quedó pequeño, que se desgastó y te sabes de memoria mis acentos, mis virtudes y mis defectos, mis curvas, mis inquietudes, mis sueños y mi visión de la vida. Y es que yo ya te avisé que no era especial...y ese miedo no se va de mi.
Me imaginaba tus ojos concentrados en mis pechos, tus manos dibujando la línea de mi espalda en el aire, tus labios anclados en mi ombligo como si allí residiera mi razón de existir.
Me miré en el espejo. En la habitación sonaba "Little Chat" y parecía una quinceañera nerviosa, imaginándome situaciones de amor que me hacían ruborizarme. Me toqué la cara, como si fuera nueva, como si solo existiera cuando tú me la delimitas con las llemas de tus dedos, y me repetía para mis adentros, solo soy yo porque tú me imaginas, porque existo para tí.
Y cada vez que pienso en tí, cad situación tiene una banda sonora, me imagino contonenando las caderas lentamente mientras el tirante del vestido comienza a deslizarse por mi hombro, mis piernas tiemblan y mis manos no saben que botón elegir para comenzar a sentirte realmente como quiero, sin disfraces, sin dificutades, ni barreras.
Y cada vez que giro y no te veo en la habitación, esta se hace más pequeña, y me embriago de momentos vividos, por si algún día tus manos ya deciden que mi cuerpo se quedó pequeño, que se desgastó y te sabes de memoria mis acentos, mis virtudes y mis defectos, mis curvas, mis inquietudes, mis sueños y mi visión de la vida. Y es que yo ya te avisé que no era especial...y ese miedo no se va de mi.
martes, 24 de febrero de 2009
martes, 17 de febrero de 2009
Tú no eres un don nadie
La chica con los ojos del color de la madera,
tiene ganas de gritar pero no le sale la voz,
tiene ganas de correr pero se le borraron las huellas.
La chica con el pelo del sabor del chocolate
quiere reir pero tiene miedo de su propia risa
quiere abrazar pero alguien le ató las manos.
La chica con la piel del color de la aceituna
no es cobarde, ni tiene el corazón de piedra
no es tonta, actua, no se arrepiente, explica.
La chica que se esconde tras las gafas,
está pensativa, dudosa, con ganas de escuchar,
está esperando esas palabras que el devuelvan su alma.
La chica superheroína quiere volar como un cometa.
tiene ganas de gritar pero no le sale la voz,
tiene ganas de correr pero se le borraron las huellas.
La chica con el pelo del sabor del chocolate
quiere reir pero tiene miedo de su propia risa
quiere abrazar pero alguien le ató las manos.
La chica con la piel del color de la aceituna
no es cobarde, ni tiene el corazón de piedra
no es tonta, actua, no se arrepiente, explica.
La chica que se esconde tras las gafas,
está pensativa, dudosa, con ganas de escuchar,
está esperando esas palabras que el devuelvan su alma.
La chica superheroína quiere volar como un cometa.
lunes, 16 de febrero de 2009
Y la pequeña princesa arrastró su larga cabellera de color de la cebada por entre los matorrales.
Sola, pensativa, con las mejillas rosadas por culpa de la respiración entrecortada, de saltar; de intentar alcanzar el rojo grande y rojo que se escapa de las manos. Siente que se esfuma su corazón con él, que baila con el viento y ella con sus pies descalzos dentro del barro queda con la mirada impasible.
Comienza la lluvia, incesante, que le hace tener cada vez más sed, y se cubre con su caperuza roja. Sus labios palpitantes sueñan con besar a hombres del pasado, a sentirse musa de grandes artistas, y sentirse especial para alguien, mientras el globo flota y flota como bailando con las musarañas.
Y la falda blanca rasgada le marca la curvatura de un cuerpo que deja de ser niña, que comienza su andadura por la vida, es mujer, no se reconoce pero siente su esencia.
Sola, pensativa, con las mejillas rosadas por culpa de la respiración entrecortada, de saltar; de intentar alcanzar el rojo grande y rojo que se escapa de las manos. Siente que se esfuma su corazón con él, que baila con el viento y ella con sus pies descalzos dentro del barro queda con la mirada impasible.
Comienza la lluvia, incesante, que le hace tener cada vez más sed, y se cubre con su caperuza roja. Sus labios palpitantes sueñan con besar a hombres del pasado, a sentirse musa de grandes artistas, y sentirse especial para alguien, mientras el globo flota y flota como bailando con las musarañas.
Y la falda blanca rasgada le marca la curvatura de un cuerpo que deja de ser niña, que comienza su andadura por la vida, es mujer, no se reconoce pero siente su esencia.
sábado, 14 de febrero de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
sábado, 7 de febrero de 2009
Metida en mis pensamientos camino por las calles de Madrid.
El viento golpe en mi frente, mirando al suelo, perdida entre un montón de ideas.
El olor a café impregna mi piel.
Con los ojos llorosos intento no temer el estar sola, con las manos frías resguardadas en los bolsillos dudo si coger una calle u otra. No creo en la suerte, puede que yo fabrique mi universo.
Necesitaba verte, pero no quise molestar. Deambulé en círculos, di varias veces la vuelta entera a la manzana, no me armé de valor, no sabía si aquellas sábanas querían mi presencia esta noche.
El viento golpe en mi frente, mirando al suelo, perdida entre un montón de ideas.
El olor a café impregna mi piel.
Con los ojos llorosos intento no temer el estar sola, con las manos frías resguardadas en los bolsillos dudo si coger una calle u otra. No creo en la suerte, puede que yo fabrique mi universo.
Necesitaba verte, pero no quise molestar. Deambulé en círculos, di varias veces la vuelta entera a la manzana, no me armé de valor, no sabía si aquellas sábanas querían mi presencia esta noche.
martes, 3 de febrero de 2009
Las buenas historias vienen sin avisar
Nos dedicamos a correr como kamikaces,
nos besamos hasta dormirnos y no perdemos nada.
Diferencias que congenian como gotas de agua.
Cada momento que vivimos nos hace coger aire y gritar:
Somos los reyes en el filo de la mañana,
con el corazón palpitando al alba.
Gracias.
nos besamos hasta dormirnos y no perdemos nada.
Diferencias que congenian como gotas de agua.
Cada momento que vivimos nos hace coger aire y gritar:
Somos los reyes en el filo de la mañana,
con el corazón palpitando al alba.
Gracias.
lunes, 2 de febrero de 2009
Los huesos fríos,
los labios secos,
el lagrimal lleno,
los dedos acusadores.
Alicia grande, controlando sus sentimientos,
pequeña persiguiendo su instante soñado.
De puntillas, deambulando sin percatarse del abismo,
la tela de araña la acurrucaba, la adormecía.
La piel pálida,
el pelo enredado en sus muñecas,
la espalda cargada,
el corazón vacío.
Alicia acusada corre por el camino, no sabe donde empezó
no conoce su final. Simplemente deambula buscando una señal.
La ausencia de aire, de respirar, le hacían perder el control, y mientras
una sonrisa burlona le marcaba su sentencia.
Los tobillos temblorosos,
las rodillas quebrantadas.
las pupilas dilatadas,
el vientre lo sentía extraño.
Y un día, después de pensar que su objetivo era buscar al conejo,
de que su destino fuera que le cortaran la cabeza por sentir más que pensar,
después de celebrar cumpleaños destinados a otros, despertó.
Mejillas sonrosadas,
manos tocando su espalda,
besos que huelen a madera,
y piel de almendra.
los labios secos,
el lagrimal lleno,
los dedos acusadores.
Alicia grande, controlando sus sentimientos,
pequeña persiguiendo su instante soñado.
De puntillas, deambulando sin percatarse del abismo,
la tela de araña la acurrucaba, la adormecía.
La piel pálida,
el pelo enredado en sus muñecas,
la espalda cargada,
el corazón vacío.
Alicia acusada corre por el camino, no sabe donde empezó
no conoce su final. Simplemente deambula buscando una señal.
La ausencia de aire, de respirar, le hacían perder el control, y mientras
una sonrisa burlona le marcaba su sentencia.
Los tobillos temblorosos,
las rodillas quebrantadas.
las pupilas dilatadas,
el vientre lo sentía extraño.
Y un día, después de pensar que su objetivo era buscar al conejo,
de que su destino fuera que le cortaran la cabeza por sentir más que pensar,
después de celebrar cumpleaños destinados a otros, despertó.
Mejillas sonrosadas,
manos tocando su espalda,
besos que huelen a madera,
y piel de almendra.
sábado, 31 de enero de 2009
Ayer, en un instante, tuve que definirme.
El miedo se deslizaba entre las palabras, tanto tiempo había pasado desde aquella vez que quise ser otra, la que no enseñaba sus sentimientos, la que se hizo de escayola y a golpe de lágrima se definía con cada noche encerrada en aquella habitación. Cuando observo esa estatuta, puedo encontrarme en los ojos, en el aroma, pero no en al esencia, esa no era yo...
La que teme mantener la mirada, la que es incapaz de que su cara deje de ser el reflejo de cada sentimiento que nutre su caracter.
La que cuando se despierta es incapaz de dormirse por miedo a perderse la vida. La que se agobia por ser inpuntual, la desordenada, la que se carga el doble de trabajo por miedo a que se haga mal.
Aquella que ha sido su porpia enemiga, su confidente, su destructora, su amante. La chica del pelo tricolor, la que cuando se agobia descarga su furia en papel y no mata ni a una mosca.
La torpe, la fuerza más que la maña en estado puro, la que se atreve, la que piensa después de actuar, la que habla mal, piensa mal y acierta. La que tiene mucha memoria, la detallista, cariñosa pero cuando menos arisca. La amiga de la chica guapa, la que se rie, la que se esconde tras el flequillo.
La soñadora fuera de siglo, la que aprende a regular su confianza. Pasión en persona, la que todo el mundo le recuerda a alguien. La que tiene que comentar todo. En ocasiones se siente poco femenina. La que huele a café, adicta a todos los artes, que intenta saber mucho de ellos pero se ve incapaz. Aquella que teme llegar a quinto y no saber que hacer con su vida. La hipocondriaca, quejica, espléndida. Llorona, la que elige el camino complicado antes que el fácil para sentir cada cúmulo se sensaciones. Identificada con el gusto y el tacto. Defensora de las causas perdidas, cabezota pero nada orgullosa. Muy miedosa, pero adicta a sentirlo, a los vuelcos de estómago. La que apesar de los golpes sigue teniendo ganas de probar.
La que teme no llegar a la meta, defraudar. Tan agusto sola, independiente, autista y cuando menos dependiente de los que la quieren. Dormilona en el mínimo tiempo posible.
Aquella que se crea un personaje delante de las fotos por si la verdadera sale en el objetivo y no es bonita.Siempre con heridas y moratones, tiritas que ya cerraron heridas. La que se despista con la mosca que nunca llega a matar.
La que no sabe como definirse por miedo a enseñar tanto y luego no sorprender.
El miedo se deslizaba entre las palabras, tanto tiempo había pasado desde aquella vez que quise ser otra, la que no enseñaba sus sentimientos, la que se hizo de escayola y a golpe de lágrima se definía con cada noche encerrada en aquella habitación. Cuando observo esa estatuta, puedo encontrarme en los ojos, en el aroma, pero no en al esencia, esa no era yo...
La que teme mantener la mirada, la que es incapaz de que su cara deje de ser el reflejo de cada sentimiento que nutre su caracter.
La que cuando se despierta es incapaz de dormirse por miedo a perderse la vida. La que se agobia por ser inpuntual, la desordenada, la que se carga el doble de trabajo por miedo a que se haga mal.
Aquella que ha sido su porpia enemiga, su confidente, su destructora, su amante. La chica del pelo tricolor, la que cuando se agobia descarga su furia en papel y no mata ni a una mosca.
La torpe, la fuerza más que la maña en estado puro, la que se atreve, la que piensa después de actuar, la que habla mal, piensa mal y acierta. La que tiene mucha memoria, la detallista, cariñosa pero cuando menos arisca. La amiga de la chica guapa, la que se rie, la que se esconde tras el flequillo.
La soñadora fuera de siglo, la que aprende a regular su confianza. Pasión en persona, la que todo el mundo le recuerda a alguien. La que tiene que comentar todo. En ocasiones se siente poco femenina. La que huele a café, adicta a todos los artes, que intenta saber mucho de ellos pero se ve incapaz. Aquella que teme llegar a quinto y no saber que hacer con su vida. La hipocondriaca, quejica, espléndida. Llorona, la que elige el camino complicado antes que el fácil para sentir cada cúmulo se sensaciones. Identificada con el gusto y el tacto. Defensora de las causas perdidas, cabezota pero nada orgullosa. Muy miedosa, pero adicta a sentirlo, a los vuelcos de estómago. La que apesar de los golpes sigue teniendo ganas de probar.
La que teme no llegar a la meta, defraudar. Tan agusto sola, independiente, autista y cuando menos dependiente de los que la quieren. Dormilona en el mínimo tiempo posible.
Aquella que se crea un personaje delante de las fotos por si la verdadera sale en el objetivo y no es bonita.Siempre con heridas y moratones, tiritas que ya cerraron heridas. La que se despista con la mosca que nunca llega a matar.
La que no sabe como definirse por miedo a enseñar tanto y luego no sorprender.
jueves, 29 de enero de 2009
Las acciones hablan más que las palabras.
Miedo a decepcionar, a ser idealizada y no dar más de sí.
Antes no me veía capaz de confiar, ahora confío en tu mirada,
en tus manos, en tu frente, en tus labios.
Y horas que pasan como el viento, que se sienten, quedan impregnadas
en mi pelo, pero pasan volando, rápidas, con ganas de querer más, de ir contracorriente
y gritar de alegría, reir y reir.
Hablarte al oido cuando estas dormido, saber que están a menos de un
metro, jugando entre las sábanas.
Quiero quedarme en aquella habitación.
Miedo a decepcionar, a ser idealizada y no dar más de sí.
Antes no me veía capaz de confiar, ahora confío en tu mirada,
en tus manos, en tu frente, en tus labios.
Y horas que pasan como el viento, que se sienten, quedan impregnadas
en mi pelo, pero pasan volando, rápidas, con ganas de querer más, de ir contracorriente
y gritar de alegría, reir y reir.
Hablarte al oido cuando estas dormido, saber que están a menos de un
metro, jugando entre las sábanas.
Quiero quedarme en aquella habitación.
martes, 27 de enero de 2009
Como dice la canción.....
Acompáñame a estar solo, a purgarme los fantasmas.
Acompáñame al misterio de hacernos compañía,
a dormir sin pretender que no pase nada.
Acompáñame al silencio, de charlar sin las palabras;
a saber que estas ahí, y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto.
Acompáñame, a decir sin las palabras, el quererte tocar sin rozar ni el reflejo de tu piel a contra luz.
Acompáñame a pensar en mí, para vivir por tí.
Acompáñame para calibrar mis miedos, para envenenar mis recuerdo, para quererme un poquito, para desintoxicarme del pasado.
Acompáñame a estar solo por esta vez.
Acompáñame a estar solo, a purgarme los fantasmas.
Acompáñame al misterio de hacernos compañía,
a dormir sin pretender que no pase nada.
Acompáñame al silencio, de charlar sin las palabras;
a saber que estas ahí, y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto.
Acompáñame, a decir sin las palabras, el quererte tocar sin rozar ni el reflejo de tu piel a contra luz.
Acompáñame a pensar en mí, para vivir por tí.
Acompáñame para calibrar mis miedos, para envenenar mis recuerdo, para quererme un poquito, para desintoxicarme del pasado.
Acompáñame a estar solo por esta vez.
sábado, 24 de enero de 2009
miércoles, 21 de enero de 2009
martes, 20 de enero de 2009
Como el amor brujo que no teme al fuego, yo no temo tu mirada.
Deslizándome ligada a tí, clavando mi respiración entre cortada a tu espalda.
Mis pupilas hierven, mis manos intentan hacerte un nudo que haga de malla a la pasión en el frío abismo.
Siento precipicios de sentimientos, vuelcos de corazón por cada esquina.
La música se acelera, el latido, el golpe, el paso; frenético, irreverente, enloquecido.
Yo, tú, uno.
Bailo delante tuyo, embrujada, deseando, amándote.
Mi pecho se topa con el tuyo, la frente, las caderas, las piernas interminables, se funden.
Y de fondo los silencios sin temor.
Tiemblo, me arrullas. Besos que no terminan, donde las bocas se buscan por inercia, se completan, vibran.
El sudor marca el camino de la perdición, sed de tí, de no poder dejar de tocarte, de pensarte, de imaginarte, de soñarte.
Deslizándome ligada a tí, clavando mi respiración entre cortada a tu espalda.
Mis pupilas hierven, mis manos intentan hacerte un nudo que haga de malla a la pasión en el frío abismo.
Siento precipicios de sentimientos, vuelcos de corazón por cada esquina.
La música se acelera, el latido, el golpe, el paso; frenético, irreverente, enloquecido.
Yo, tú, uno.
Bailo delante tuyo, embrujada, deseando, amándote.
Mi pecho se topa con el tuyo, la frente, las caderas, las piernas interminables, se funden.
Y de fondo los silencios sin temor.
Tiemblo, me arrullas. Besos que no terminan, donde las bocas se buscan por inercia, se completan, vibran.
El sudor marca el camino de la perdición, sed de tí, de no poder dejar de tocarte, de pensarte, de imaginarte, de soñarte.
lunes, 19 de enero de 2009
Cuerpo que el viento derrama como la niebla, que con dulzura arrulla el amor y la tempestad de la pasión.Le hace estremecer.
Cuerpo sin vida a pesar de sentir, sin hablar a pesar de escuchar.
Que tiembla con la finalidad del olvido y sueña que las nubes le envuelven contra todo dolor.
La dureza de la soledad le viste de seda en el baile de máscaras de la falsedad.
Que un buen día caerá y volverá a rejuvenecer.
Y así piensa que su libertad para creer se esconde tras la indecisión.
Que teme morir, no por dejar de vivir, sino por haber vivido para esa finalidad, por inercia.
Cuerpo que contra todo pronóstico descubre el latir de su corazón en el puño alzado
y que se prepara para el disparo que le dejará herido para siempre.
Cuerpo sin vida a pesar de sentir, sin hablar a pesar de escuchar.
Que tiembla con la finalidad del olvido y sueña que las nubes le envuelven contra todo dolor.
La dureza de la soledad le viste de seda en el baile de máscaras de la falsedad.
Que un buen día caerá y volverá a rejuvenecer.
Y así piensa que su libertad para creer se esconde tras la indecisión.
Que teme morir, no por dejar de vivir, sino por haber vivido para esa finalidad, por inercia.
Cuerpo que contra todo pronóstico descubre el latir de su corazón en el puño alzado
y que se prepara para el disparo que le dejará herido para siempre.
jueves, 15 de enero de 2009
Cuando no me encuentro, las palabras me definen y me llevan al punto de partida
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las hurís del Profeta.
El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera.
Entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera,
y las ondas del océano,
y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve a través de las perlas.
Y sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean.
Pues no lo creas.
Que parecen sus pupilas
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.
Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta,
que en el estío convida
a apagar la sed en ella.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean.
Pues no lo creas.
Que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.
Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean.
Pues no lo creas.
Que entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
quizás si negros o azules
se tornasen, lo sintieras.
miércoles, 14 de enero de 2009
Cerré el libro, el final era tan inesperado que no podía ser tan perfecto.
Con aquellas últimas frases en la cabeza, decidí adentrarme en la habitación, allí estabas tú.
Sigilosamente me adentré entre tus brazos, sin hacer más ruido que el de mi corazón nervioso.
- Cuentame algo
-¿Qué quieres que te cuente?
-Cualquier cosa...tus deseos, inquietudes, miedos. Aquello que detestas, amas o admiras. Solamente encaja palabras en tu hilo de voz.
- Odio las noches solitarias de Abril
- Y yo odio dormir sin tu respiración en mi nuca
Cerrando lentamente mis ojos, pude dibujar el final del libro, me imaginaba Tokio en penunbra, personas dispersas, con prisa, sin pausa, y en medio tú. Llamándome sin saber donde estabas, pero llamándome a mí.
-Quiero hablar contigo, tengo muchas cosas que contarte. Eres lo único que deseo de este mundo. Necesito verte. Quiero empezar una nueva vida a tu lado.
Enmudecida quise correr a abrazarte, pero no te hallé.
Con aquellas últimas frases en la cabeza, decidí adentrarme en la habitación, allí estabas tú.
Sigilosamente me adentré entre tus brazos, sin hacer más ruido que el de mi corazón nervioso.
- Cuentame algo
-¿Qué quieres que te cuente?
-Cualquier cosa...tus deseos, inquietudes, miedos. Aquello que detestas, amas o admiras. Solamente encaja palabras en tu hilo de voz.
- Odio las noches solitarias de Abril
- Y yo odio dormir sin tu respiración en mi nuca
Cerrando lentamente mis ojos, pude dibujar el final del libro, me imaginaba Tokio en penunbra, personas dispersas, con prisa, sin pausa, y en medio tú. Llamándome sin saber donde estabas, pero llamándome a mí.
-Quiero hablar contigo, tengo muchas cosas que contarte. Eres lo único que deseo de este mundo. Necesito verte. Quiero empezar una nueva vida a tu lado.
Enmudecida quise correr a abrazarte, pero no te hallé.
lunes, 12 de enero de 2009
Cuando el frío anunció la mañana de aquél mes, éste se deslizó por mi brazo con delicadeza.
El peso que me hizo adormilarme aquella noche ya no estaba, y en su lugar se dibujaba una lucha de sábanas.
Estabas de pie junto a la ventana, a contra luz no pude adivinar tus pensamientos.
Te abracé por detrás, por si fueras a escaparte en busca de tus sueños y así llevarme contigo.
Suavemente me besaste en la frente, en el párpado y en el cuello, dándome la sensación de que había algo nuevo en tus sentimientos. No era amor, todavía era pronto, para tí, para mí, para el presente.
Eramos tú y yo, tus ganas con mi necesidad, tu búsqueda con mi perdición.
Todavía no era amor, había que cerrar heridas, dejarse llevar, sin prisa, con ganas de saborear los momentos.
Descubrimos nuestras lenguas, las palmas de las manos,
la risas de madrugada, los abrazos a medianoche.
Esta vez acariciamos más las acciones que las hipótesis y las confusiones.
El peso que me hizo adormilarme aquella noche ya no estaba, y en su lugar se dibujaba una lucha de sábanas.
Estabas de pie junto a la ventana, a contra luz no pude adivinar tus pensamientos.
Te abracé por detrás, por si fueras a escaparte en busca de tus sueños y así llevarme contigo.
Suavemente me besaste en la frente, en el párpado y en el cuello, dándome la sensación de que había algo nuevo en tus sentimientos. No era amor, todavía era pronto, para tí, para mí, para el presente.
Eramos tú y yo, tus ganas con mi necesidad, tu búsqueda con mi perdición.
Todavía no era amor, había que cerrar heridas, dejarse llevar, sin prisa, con ganas de saborear los momentos.
Descubrimos nuestras lenguas, las palmas de las manos,
la risas de madrugada, los abrazos a medianoche.
Esta vez acariciamos más las acciones que las hipótesis y las confusiones.
Esperando a contracorriente que una ola me aguarde la respuesta
Eso es lo que espero, hacer lo incorrecto, de la forma más correcta.
A cruzar la calle mirándo solo en un sentido.
Esperar que se me cruce un gato negro y descubrirle una mancha blanca.
A que se me rompa un cristal y así evitar mirar mis defectos.
Cruzar por debajo de una escalera y evitar el charco de la calle.
A lenvantarme con el pie izquierdo y hacer todo lo que me propuse esa mañana.
Que se derrame la sal y dibujar frases en el mantel.
A repartir el pan en la mesa, y saber que aunque sea el primero en morirme tuve grandes amigos.
Abrir el paraguas en casa para saber que no temo a los chaparrones de emociones.
Puede que por una vez un tuerto me haya mirado el alma.
A cruzar la calle mirándo solo en un sentido.
Esperar que se me cruce un gato negro y descubrirle una mancha blanca.
A que se me rompa un cristal y así evitar mirar mis defectos.
Cruzar por debajo de una escalera y evitar el charco de la calle.
A lenvantarme con el pie izquierdo y hacer todo lo que me propuse esa mañana.
Que se derrame la sal y dibujar frases en el mantel.
A repartir el pan en la mesa, y saber que aunque sea el primero en morirme tuve grandes amigos.
Abrir el paraguas en casa para saber que no temo a los chaparrones de emociones.
Puede que por una vez un tuerto me haya mirado el alma.
viernes, 9 de enero de 2009
Hoy alguien me entregó una caja de música que contenía esto:
"Incluso en mis horas más bajas, siento las palabras burbujeándo dentro de mí.
Tengo que volcarlas sobre el papel o se apodera de mí algo peor que la muerte.
Palabras, no como algo valioso, sino como algo necesario; sin embargo, cuando empiezo
a dudar de mi capacidad de trabajar con palabras, sencillamente leo a otro escritor, y entonces
se que no tengo de qué preocuparme. Compito solo, contra mí mismo, por hacerlo bien, con autoridad y fuerza; con placer y riesgo...."
El resto de sensaciones que me produjo esa caja, me las guardo, más que nada porque fueron tan intensas que son difíciles de reproducir con vocales y consonantes.
Gracias
"Incluso en mis horas más bajas, siento las palabras burbujeándo dentro de mí.
Tengo que volcarlas sobre el papel o se apodera de mí algo peor que la muerte.
Palabras, no como algo valioso, sino como algo necesario; sin embargo, cuando empiezo
a dudar de mi capacidad de trabajar con palabras, sencillamente leo a otro escritor, y entonces
se que no tengo de qué preocuparme. Compito solo, contra mí mismo, por hacerlo bien, con autoridad y fuerza; con placer y riesgo...."
El resto de sensaciones que me produjo esa caja, me las guardo, más que nada porque fueron tan intensas que son difíciles de reproducir con vocales y consonantes.
Gracias
miércoles, 7 de enero de 2009
Borrachos de sudor
El jadeo, cada vez más profundo, dejaba en mi garganta un sabor a cerezas y moras silvestres.
Por mi frente resbalaban un sinfín de gotas, que chocaban en mis labios y se mezclaban en mis papilas gustativas. Varias veces me habría preguntado a que sabe el deseo.
Una mezcla de azafrán, de canela y limón hacía que cada vez tuviera más sed de aquel instante. Me hice adicta en aquellas noches. Con cada puesta del sol, mis manos te buscaban con ganas, y mi pelo se enredaba a tus caderas.
Recuerdo que el olor que desprendían las sábanas era una mezcla de naturaleza y libertad. Nadie nos paraba, nunca mirábamos el reloj. Pero una noche, entre los gritos de las noches, mi léxico se quedó mudo.
Por mi frente resbalaban un sinfín de gotas, que chocaban en mis labios y se mezclaban en mis papilas gustativas. Varias veces me habría preguntado a que sabe el deseo.
Una mezcla de azafrán, de canela y limón hacía que cada vez tuviera más sed de aquel instante. Me hice adicta en aquellas noches. Con cada puesta del sol, mis manos te buscaban con ganas, y mi pelo se enredaba a tus caderas.
Recuerdo que el olor que desprendían las sábanas era una mezcla de naturaleza y libertad. Nadie nos paraba, nunca mirábamos el reloj. Pero una noche, entre los gritos de las noches, mi léxico se quedó mudo.
lunes, 5 de enero de 2009
Volví a escribir poesía.
Mi piernas en tu espalda,
mis dedos en tu cuello.
Respirando, sientiendo, conociendo cada recoveco.
Fui yo, una mujer delante de un hombre, fui yo Elena.
Sin miedos, o mostrándotelos para no llegar a mentiras.
Con pasión, con ganas de vivir, de olerte, de fundir mi piel con la tuya.
La noche se fue haciendo día, y las ganas no se apagaban
hubiera convertido un día entero en una noche sin tregua.
Me hubiera perdido en tí, porque esta vez no tuve miedo de desnudarme.
Ya sabías como era, sin mentiras, sin falsedades.
Ahora solo vivo, ahora solo sonrio, pero no por tí, sino por mí,
porque primero me propuse vivir, y luego llego el momento de hacerlo.
Volví a escribir poesía, pero esta vez en tus ojos.
Mi piernas en tu espalda,
mis dedos en tu cuello.
Respirando, sientiendo, conociendo cada recoveco.
Fui yo, una mujer delante de un hombre, fui yo Elena.
Sin miedos, o mostrándotelos para no llegar a mentiras.
Con pasión, con ganas de vivir, de olerte, de fundir mi piel con la tuya.
La noche se fue haciendo día, y las ganas no se apagaban
hubiera convertido un día entero en una noche sin tregua.
Me hubiera perdido en tí, porque esta vez no tuve miedo de desnudarme.
Ya sabías como era, sin mentiras, sin falsedades.
Ahora solo vivo, ahora solo sonrio, pero no por tí, sino por mí,
porque primero me propuse vivir, y luego llego el momento de hacerlo.
Volví a escribir poesía, pero esta vez en tus ojos.
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