miércoles, 19 de agosto de 2009

Acabo de despertarme y ya me duele el corazón.
Empapado en sangre y sudor, dejó de palpitar a las tres de la mañana, cuando tu mano dejó de acariciarlo. Ahora busco frenética la solución.
Me quedan 5 minutos.

No hay comentarios: