martes, 30 de junio de 2009

Tus lagrimas me dejaron a la deriva.
Yo las quise guardar junto a la sal, para alimentarme de ellas, cuando mis entrañas me pidieran con deseo parte de tu piel.

martes, 23 de junio de 2009

Se me fueron las musas.
Difusas, mordaces, putas.

Se marcharon las musas,
cobardes, audaces, malnacidas

Se marcharon las musas,
no pinto, no escribo, ni idealizo.

Se macharon las musas
se marchó el alma de artista

lunes, 22 de junio de 2009

Fría y sudorosa, con ganas de salir corriendo por temor a no poder corresponderle, o quizás a que ella no fuera la correspondida. Una suave manta le cubrió durante varios minutos su desnutrido cuerpo, desnutrido de amor, de caricias, de sentimientos. Hacía mucho tiempo que había perdido la fe en sentirse amada, en ser correspondida.

Lentamente se dejó llevar por el ambiente, cerró los ojos, se inclinó y sus cabellos dorados se extendieron por aquella cama que dentro de unas pocas horas iba a ser testigo de la fusión de dos seres, de dos ingenuos muchachos. Durante un momento sintió el peso de otro cuerpo cercano a ella, que no la tocaba, que no estaba cerca de ella, pero que podía notar, palpar, degustar.

"¿Puedo acercarme más?" fue lo que la hizo volver a la realidad, una pregunta ante la que no se veía capaz de contestar. Nadie le había enseñado que las acciones emiten causas y efectos, que lo que ella decidiera ahora, anudaría su destino y nunca más podría volver atrás. Ella pensaba que demasiado cerca ya estaba, que si lo hacía más, su cuerpo explotaría en mil pedazos y por eso se estremeció y se acurrucó más hasta que sus brazos cobijaron sus piernas. Pero inconscientemente se relamió los labios. Maldiciéndose, de su boca no pudo salir otra cosa que aquella frase que golpeaba la puerta con sus nudillos. "Por favor hazlo".

Con cada milímetro que la boca de él avanzaba hacia la suya, el chico volvía a repetir la frase una y otra vez, como un estribillo de una melodía que hacía vibrar las cuerdas que ataban a esa pobre muñeca al teatro de esta situación.

Y cuando ya pudo notar su aliento impregnando sus labios, sin tan ni si quiera abriendo los ojos en todo este tiempo, su mano cobró vida, y tocando levemente su nuca, aproximo los labios inocentes, que comenzaron a desarrollar una vida indecente, sin ser dueños de nadie, al unísono, al compás.
Aquella vida indecente de labios, fue digerida durante dos años.

domingo, 21 de junio de 2009

Que traicionera es esta ciudad.
Callejuela que te hacen perderte en la apacible noche.
Noche que hace ver las cosas de otra manera, ese fervor, esas ganas de más, de no tener y querer, de necesitar.
Y en el momento menos apetecible, tu reflejo en el espejo de la puerta, creí que te habías ido de mi cabeza, quise cerrar los ojos y que solo fuera mi imaginación, pero eras tú, la calle nos había hecho cruzarnos.
Sentimientos que nunca acabaron, ganas de tí y una sola acción que he creado en mi cabeza todas las noches.

¿Estás sola? te invitio a subir.

viernes, 19 de junio de 2009

Llamadas en la madrugada.
Sentimientos encontrados, soledad traicionera.
Siempre quise librarme de ellas, pero soy la que se ata con nudos de dos lazadas.
Ni contigo ni sin tí.

La costumbre es la peor amistad, la sorpresa puede llegar en cualquier momento.
Lentamente se acurrucó en la cama. Afuera el tiempo era caluroso y una leve brisa del sur se adentraba en la habitación por debajo del pequeñó hueco que dejaba la persiana. Intimidad, eso es lo que quería sentir en ese ambiente. Intimidad para abrir el regalo.
Un regalo pequeño, pero con un gran significado.
Despacio, se fue desnudando, quería que aquel regalo le vistiera de amor, de sensaciones, de olores y sueños. Por ello se metio desnuda en la cama, apagó todas las luces, menos la de una pequeña vela que cubrió toda la habitación de embrujo, de magia.
Y le dio al play, unas palabras de una voz conocida comenzaron a hacerle sonreir. Se sabía de memoria aquel monólogo, pero esta vez le sonaba diferente, lo degustaba como si fuera la primera vez, sonaba distinto, y esta vez entendió que este sentimiento que se le había colado entre los huesos era verdad. Estaba enamorada y cada una de esas canciones le hizo sentir un amor distinto; un amor tranquilo, sereno, un amor aventurero, un amor pasional, un amor sensual, otro travieso, melancólico, triste, embriagador y temerosos. Tocó todas la sensaciones con un par de canciones, todas ellas dedicadas a ella.

Y en un momento se quedó grabada un par de frases, un par de lágrimas acariciaron sus mejillas, que ella intentó limpiar, y con la imaginación intentó creer que esa mano que limpiaba sus lágrimas de felicidad eran las de él, que a pesar de la distancia se encontraba con ella, sin permitir que aquella noche, su corazón se rompiera en mil pedacitos.

Por primera vez, ella supo que era él, que eras tú, que te eoncontró.

miércoles, 17 de junio de 2009

Me levanté bajo esa sensación de estar despierta y no poder reaccionar.
Parpadeo cada dos microsegundos,
empieza mi lengua a salibar,
marca en la piel de las sábanas que ayer por la noche anudamos entre nuestras cinturas.

Comencé a desperezarme, mi pupila me permitió divisar el sudor que recorría mi pecho, una gota dibujaba la huella que habías dejado sobre él, todavía palpitante.

Durante 45 minutos había tocado el cielo y ahora temía poner los pies en el suelo por si mis tobillos habían olvidado lo que era caminar por el mundo terrenal.

domingo, 14 de junio de 2009

Siempre he dicho que los lugares influyen. Que por mi sangre circulan las sensaciones que aquellos rincones me creaban. Recuerdos de años, personas, amores, corazones rotos...
Se que tengo recuerdos indestrucctibles, paraisos en mitad de los edificios que me dejan ver la claridad de mis nubarrones sentimentales, que nunca nadie los puede penetrar, que solo lo comparto conmigo, con esa persona que a veces entiendo y otras no comprendo.
Esa soy yo, a base de lugares, árboles, mesas, sillas, libros, cafés, licores, azul, verde, gris, rojo, música, silencio, soledad, compañía. Algunos parece que no recuerdo, otros se han quedado grabados en la retina.

Una persona no es de donde nace, sino de donde vive.

jueves, 11 de junio de 2009

He conseguido encontrarme,
estaba acurrucada en tu ombligo.

sábado, 6 de junio de 2009

He querido volver a hacerlo, me he tenido que atar a la cama para no ser deborada por mis instintos.
He notado como la sensación me recorría toda la espina dorsal, incrustándose en los huesos, en cada vena afloraba un chorro de ansiedad.

Lo siento, dejé de ser yo, desde aquel verano.

martes, 2 de junio de 2009

Recuerdo una noche, de esas del principio de toda esta historia. Ya conocía algunas inquitudes tuyas y ese afán por ver las cosas que para otros pasan desapercibidas.

Recuerdo tu manera de cogerme, de abrazarme, como tu espalda era mi máximo horizonte por descubrir.

Recuerdo que todavía ese capítulo no está cerrado y que algún día nos volveremos a ver.

lunes, 1 de junio de 2009

Y allí volvías a estar tú.
Otro paisaje, otras vidas, otras manos, otro olor.

Volvieron tus caricias, tus suspiros al aire, tus mejillas sonrosadas.
Calor que hacía levantar mi falda, sudores frios que me hacian temblar.

Y allí volvía a estar tus labios, con otra tesitura y otro sabor; tu altura, tu cintura, tu lunar de la espalda, tu cómodo pecho.

Volvieron las palabras, que conocía al pie de la letra, el tararear de una canción, la blusa abierta, las piernas en la cintura.

Volvías, aunque yo maldecía ese momento, segundas oportunidades, cuerpos conocidos, sentimientos parecidos.

Dejavu