lunes, 25 de octubre de 2010

Acabo de ver una señal tuya en mi presente.

viernes, 15 de octubre de 2010

Palabrerías amargantes.
Gargantas silenciadas.
Bocas llenas de deseos.
Lamentos que no cesan.

Tú, yo, nosotros. Nunca, siempre, tal vez.

sábado, 2 de octubre de 2010

¿Te acuérdas de la lluvia?
Esa lluvia finita, casi omnipresente en todo momento, que nos caló los vaqueros rotos que debí tirar el pasado verano.

La recuerdo como si fuera ayer, como si aquella toalla todavía me siguiera cubriendo la piel.
También recuerdo que me decías que te gustaba mirar hacia arriba cuando llovía, yo odiaba tener los pies mojados. Pero me gustaba verte mirando hacia arriba y que tu cara fuera un espejo en donde la lluvia golpeaba.

Y las gotas sonaban, pero mis pies están secos. Las gotas suenan, afuera, donde yo ya no estoy y tu sigues mirando hacia arriba.

Te recuerdo empapado, mirándome, mirándonos. La lluvia casi omnipresente, tan presente que llenó mi casa de agua, me hundí, hundimos esos momentos y yo no supe nadar a contracorriente.

Recuerdo tu cara mirando al cielo y diciéndome que siempre estaríamos juntos cuando pasase la tormenta.
Me gusta balancearme sobre los acantilados.
Como una huida sin retorno, sin explicaciones.