domingo, 21 de noviembre de 2010

Rapidamente cerré los ojos y fue como volver a ese instante en el que juré nunca más hacerlo.

Lentamente me mentí a mi misma y dejé que se derramase mi moral y mi racionalidad por un instante entre mis dedos.

Los ojos en blanco, la cabeza en penitencia, las manos entrelazadas y mi frente fría contra la superficie.

Creí que era más fuerte, debí mentirme durante más tiempo.

Me volví a encontrar con mis defectos.
Estaban allí, mezclándose con el agua.

Tragé saliva y dejé que fluyeran por mi cuerpo denudo.
Mientras, tú recorrias con tu mirada mi nuca.

Al otro lado de la cama, seguía sin hablar, sin reaccionar y tú mantenías la mirada.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Me he desangrado mientras soñaba contigo.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Se dejaba llevar igual que la chica de la canción.
Era toda tuya, pies, cabeza, corazón.
Un día lo vendiste todo a la monotonía y ella se largó.
Abandono lo llamaste.