martes, 1 de diciembre de 2009

Y como llegó la mañana se fueron las mentiras,
las lágrimas de ayer se conviertieron en legañas que cierran tus ojos creandote una mentira que solo está en tu cabeza.

Como vino se fue sin avisar, tantas palabras, tan pocas metas cumplicas.
Me sentí una cualquiera en manos del amor infravalorado.

1 comentario:

hojalata dijo...

las palabras que desbordan y se aglomeran en la boca... se preparan en la punta de la lengua, y zas! saltan al vacío suicidándose contra el tiempo
que todo se lo lleva...