jueves, 29 de enero de 2009

Las acciones hablan más que las palabras.
Miedo a decepcionar, a ser idealizada y no dar más de sí.
Antes no me veía capaz de confiar, ahora confío en tu mirada,
en tus manos, en tu frente, en tus labios.

Y horas que pasan como el viento, que se sienten, quedan impregnadas
en mi pelo, pero pasan volando, rápidas, con ganas de querer más, de ir contracorriente
y gritar de alegría, reir y reir.

Hablarte al oido cuando estas dormido, saber que están a menos de un
metro, jugando entre las sábanas.

Quiero quedarme en aquella habitación.

No hay comentarios: