martes, 28 de abril de 2009

Deseaba amarte en la justa oscuridad, entre suspiros, sudores y súplicas.
Con lenguajes nuevos, con te quieros al odio. Tan fácil, tan sencillo, tan bonito.

Las complicaciones nacieron cuando alguien más estaba allí, no en cuerpo, sino en presencia, cuando sabes que el secreto que compartes ya ha sido compartido, descubierto, profanado.

Me sentí fugitiva, loca, creadora de frases que sentenciaron mis sentimientos, tuve que llegar a ocultar la voz, por creer que esto era nuestro y no solo mio.

Te miré y te hablé pero creí que callar era amar y estuve equivocada

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