sábado, 11 de diciembre de 2010
Me arranqué el maquillaje con las uñas,
intentaba desligarme de la última imagen que habías visto de mí.
Creiste conocerme, amarme, sentirme, adorarme.
No se puede idealizar a personas, no puedes darle ese poder.
No quisiste conocer a la que en verdad era, la que te quería, la que te amaba.
Simplemente querías algo a tu lado, que no te vieran solo.
Quise quitarme el maquillaje con las uñas,
sin quererlo me quité mi identidad.
intentaba desligarme de la última imagen que habías visto de mí.
Creiste conocerme, amarme, sentirme, adorarme.
No se puede idealizar a personas, no puedes darle ese poder.
No quisiste conocer a la que en verdad era, la que te quería, la que te amaba.
Simplemente querías algo a tu lado, que no te vieran solo.
Quise quitarme el maquillaje con las uñas,
sin quererlo me quité mi identidad.
viernes, 10 de diciembre de 2010
miércoles, 8 de diciembre de 2010
lunes, 6 de diciembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
Rapidamente cerré los ojos y fue como volver a ese instante en el que juré nunca más hacerlo.
Lentamente me mentí a mi misma y dejé que se derramase mi moral y mi racionalidad por un instante entre mis dedos.
Los ojos en blanco, la cabeza en penitencia, las manos entrelazadas y mi frente fría contra la superficie.
Creí que era más fuerte, debí mentirme durante más tiempo.
domingo, 7 de noviembre de 2010
viernes, 15 de octubre de 2010
sábado, 2 de octubre de 2010
¿Te acuérdas de la lluvia?
Esa lluvia finita, casi omnipresente en todo momento, que nos caló los vaqueros rotos que debí tirar el pasado verano.
La recuerdo como si fuera ayer, como si aquella toalla todavía me siguiera cubriendo la piel.
También recuerdo que me decías que te gustaba mirar hacia arriba cuando llovía, yo odiaba tener los pies mojados. Pero me gustaba verte mirando hacia arriba y que tu cara fuera un espejo en donde la lluvia golpeaba.
Y las gotas sonaban, pero mis pies están secos. Las gotas suenan, afuera, donde yo ya no estoy y tu sigues mirando hacia arriba.
Te recuerdo empapado, mirándome, mirándonos. La lluvia casi omnipresente, tan presente que llenó mi casa de agua, me hundí, hundimos esos momentos y yo no supe nadar a contracorriente.
Recuerdo tu cara mirando al cielo y diciéndome que siempre estaríamos juntos cuando pasase la tormenta.
Esa lluvia finita, casi omnipresente en todo momento, que nos caló los vaqueros rotos que debí tirar el pasado verano.
La recuerdo como si fuera ayer, como si aquella toalla todavía me siguiera cubriendo la piel.
También recuerdo que me decías que te gustaba mirar hacia arriba cuando llovía, yo odiaba tener los pies mojados. Pero me gustaba verte mirando hacia arriba y que tu cara fuera un espejo en donde la lluvia golpeaba.
Y las gotas sonaban, pero mis pies están secos. Las gotas suenan, afuera, donde yo ya no estoy y tu sigues mirando hacia arriba.
Te recuerdo empapado, mirándome, mirándonos. La lluvia casi omnipresente, tan presente que llenó mi casa de agua, me hundí, hundimos esos momentos y yo no supe nadar a contracorriente.
Recuerdo tu cara mirando al cielo y diciéndome que siempre estaríamos juntos cuando pasase la tormenta.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
martes, 14 de septiembre de 2010
sábado, 28 de agosto de 2010
Como pude ser tan estúpida.
Me lo decián tus actos, tus juegos, tu paranóias.
Las duchas de agua fría sin desvertirme, los sollozos en la madrugada.
comparaciones odiosas entre acciones insignificantes que para tí eran un abismo.
Te quise, por mucho tiempo, por toda una eternidad. Te llegé a odiar para siempre.
Los orgasmos fingidos, las caricias obligadas, las risas falseadas. Tú ni te preocupaste, ni me mirabas, ni te inmutabas.
Había pasión, había secretos compartidos, sentimientos, miedos a querernos que al final nos matarón.
Tú me disparaste y yo me dejé matar.
Me lo decián tus actos, tus juegos, tu paranóias.
Las duchas de agua fría sin desvertirme, los sollozos en la madrugada.
comparaciones odiosas entre acciones insignificantes que para tí eran un abismo.
Te quise, por mucho tiempo, por toda una eternidad. Te llegé a odiar para siempre.
Los orgasmos fingidos, las caricias obligadas, las risas falseadas. Tú ni te preocupaste, ni me mirabas, ni te inmutabas.
Había pasión, había secretos compartidos, sentimientos, miedos a querernos que al final nos matarón.
Tú me disparaste y yo me dejé matar.
Si me dejas, no podré resistir la tentación de arrancarme la piel y utilizarla de sábana para mis noches con otros. Será suyo mi cuerpo más no mis necesidades.
Me he aferrado al sabor de tu piel, salado, que día a día recorro con mi lengua. Allí donde el sudor se queda atrapado, recogo la gota que me permite engancharme más a tí. Como un cuenta gotas que marca mi realidad.
Si me dejas, cogere mis pechos y se los entregaré a otro. Turgentes para otros que dejarán sus huellas impregnadas en mis pezones; para que cuándo tu decidas regresar los veas ajenos y vuelvas a codiciarlos.
Estás dentro de mi vientre, con el que siento. Estás en mis uñas, con las que te voy arañando la espalda; marcando un recorrido para que otra sepa que yo estuve antes. Estás en mis labios, que muerden los tuyos para que otras sólo encuentren frialdad.
Si me dejas, cogere mis ojos y se los regalaré a otro, para que cuando tú te des cuenta de que yo era lo que querías, no recuerde el camino y pueda, por fín, ser libre.
Me he aferrado al sabor de tu piel, salado, que día a día recorro con mi lengua. Allí donde el sudor se queda atrapado, recogo la gota que me permite engancharme más a tí. Como un cuenta gotas que marca mi realidad.
Si me dejas, cogere mis pechos y se los entregaré a otro. Turgentes para otros que dejarán sus huellas impregnadas en mis pezones; para que cuándo tu decidas regresar los veas ajenos y vuelvas a codiciarlos.
Estás dentro de mi vientre, con el que siento. Estás en mis uñas, con las que te voy arañando la espalda; marcando un recorrido para que otra sepa que yo estuve antes. Estás en mis labios, que muerden los tuyos para que otras sólo encuentren frialdad.
Si me dejas, cogere mis ojos y se los regalaré a otro, para que cuando tú te des cuenta de que yo era lo que querías, no recuerde el camino y pueda, por fín, ser libre.
viernes, 27 de agosto de 2010
He soportado que entres en mis pensamientos cada madrugada, con la intención de hacerme ver que aquella noche tuvo que ser diferente.
Me he creado la imagen de que tuve valor y fuerza, pero en realidad salí corriendo con la idea de que tú me cogieras de la mano.
Corriste, pero en dirección contraria, mientras yo gritaba.
"¿No pensarías que iba a marcharme con las manos vacías por tí?"
Me he creado la imagen de que tuve valor y fuerza, pero en realidad salí corriendo con la idea de que tú me cogieras de la mano.
Corriste, pero en dirección contraria, mientras yo gritaba.
"¿No pensarías que iba a marcharme con las manos vacías por tí?"
martes, 27 de julio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
jueves, 20 de mayo de 2010
Los dos en el sillón. Aquél que vió nacer el amor que nos desborda, que nos hace desnudarnos en las cálidas tardes primaverles. Aquel sillón que nos hizo compartir música en las primeras citas, aquél en el que me hiciste el amor sin avisar, en el que te entregaste a mí desde la lejanía del kilometraje.
Y un diálogo que se repite, que me introduce dentro de un bucle de sentimientos. Una razón por la que viniste y yo intento cuidarla para que no te vayas.
Un sillón que puede hablar solo de historias, de desencuentros, de besos furtivos y tocamiento; de calidez y frialdad. De amor.
Y un diálogo que se repite, que me introduce dentro de un bucle de sentimientos. Una razón por la que viniste y yo intento cuidarla para que no te vayas.
Un sillón que puede hablar solo de historias, de desencuentros, de besos furtivos y tocamiento; de calidez y frialdad. De amor.
domingo, 16 de mayo de 2010
No tengo poder sobre tu decisión y un vértigo se adentra con rapidez por mi cuerpo. Me quedo muda y mis gritos son silencios en medio de los cambios ante los que no estoy preparada.
En realidad no concibo las cosas más allá del momento exacto en el que nos hicimos uno; no tengo Norte, no tengo fronteras y me aterran los muros. Esos que cayeron, como lo hizo la venda de mis ojos cuando me di cuenta de que no eramos un "nosotros" para tí.
Cada vez más lejos, más deprisa, más distantes.
En realidad no concibo las cosas más allá del momento exacto en el que nos hicimos uno; no tengo Norte, no tengo fronteras y me aterran los muros. Esos que cayeron, como lo hizo la venda de mis ojos cuando me di cuenta de que no eramos un "nosotros" para tí.
Cada vez más lejos, más deprisa, más distantes.
lunes, 10 de mayo de 2010
martes, 4 de mayo de 2010
El olvido es la suma de la memoria y el tiempo. Las raices del tiempo invertido en crear una memoria, una identidad se van enlazando con los sentimiento y los razonamientos.
El tiempo poco a poco va haciendo una lucha de titanes contra la memoria por borrarla.
Aquél tiempo invertido en tí, perdido en tí, regalado al aire me va consumiendo el minutero de mi confianza en amar.
Olvidar la memoria, perderla, recuperarla es una carrera de fondo que el hombre no ha podido completar. Si pierdo lo que he visto y vivido, pierdo mi identidad, mis ganas de encontrar un por qué que me haga afrontar la vida. Sin principio no hay final y sin final nada tiene sentido.
El tiempo poco a poco va haciendo una lucha de titanes contra la memoria por borrarla.
Aquél tiempo invertido en tí, perdido en tí, regalado al aire me va consumiendo el minutero de mi confianza en amar.
Olvidar la memoria, perderla, recuperarla es una carrera de fondo que el hombre no ha podido completar. Si pierdo lo que he visto y vivido, pierdo mi identidad, mis ganas de encontrar un por qué que me haga afrontar la vida. Sin principio no hay final y sin final nada tiene sentido.
jueves, 29 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
Quien no conoce nada, no ama nada.
Quien no puede hacer nada, no comprende nada.
Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama,
observa, ve...Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las fresas nada sabe acerca de las uvas.
Quien no puede hacer nada, no comprende nada.
Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama,
observa, ve...Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las fresas nada sabe acerca de las uvas.
PARACELSO
miércoles, 31 de marzo de 2010
Se enfrentó a esa sensación mil veces. Esos labios ya los conocía.
No puede escapar de ellos por mucho tiempo que pase, le llaman, le crean adicción.
Ha soñado con ellos, ha creido imaginarlo en forma de otros pero con el mismo sabor,
pero nada es igual. Los busca, los necesita. Se siente atrapada con un hilo que no se puede
disimular.
Y ella que se creía impasible ante el amor.
No puede escapar de ellos por mucho tiempo que pase, le llaman, le crean adicción.
Ha soñado con ellos, ha creido imaginarlo en forma de otros pero con el mismo sabor,
pero nada es igual. Los busca, los necesita. Se siente atrapada con un hilo que no se puede
disimular.
Y ella que se creía impasible ante el amor.
sábado, 27 de marzo de 2010
Tan sólo un horizonte delante de ella y su pelo bordeando el acantilado.
El lazo verde se deslizaba entre sus dedos para, al final, sigilosamente caer al mar. Así acabaría ella, dibujando una pequeña salpicadura entre las aguas.
Su falda bailaba un compás con el viento que la abrazaba y tiraba de ella, maléfico, la llamaba y la hacía sentirse torpe, lenta en sus movimientos pero atraida pasionalmente hacia su potencial.
Las mejillas rojizas del frío y sus manos ya sin sentir ni palpitación se refugiaban entre sus mangas, apretando y cerrando el puño hasta dar contra el suelo. Una herida sangró y manchó su camisa de los domingos.
La comisura de los labios se rasguraba, estaba perdida, si reía le dolia, si sollozaba les escocía, por eso había decidido quedarse en blanco, nula expresión, nulo sentimiento.
La salpicadura que dibujó en el mar, nunca llegó hasta el barranco, ni manchó los zapatos que allí se quedaron, porque siempre le había gustado sentir el agua entre sus dedos.
El lazo verde se deslizaba entre sus dedos para, al final, sigilosamente caer al mar. Así acabaría ella, dibujando una pequeña salpicadura entre las aguas.
Su falda bailaba un compás con el viento que la abrazaba y tiraba de ella, maléfico, la llamaba y la hacía sentirse torpe, lenta en sus movimientos pero atraida pasionalmente hacia su potencial.
Las mejillas rojizas del frío y sus manos ya sin sentir ni palpitación se refugiaban entre sus mangas, apretando y cerrando el puño hasta dar contra el suelo. Una herida sangró y manchó su camisa de los domingos.
La comisura de los labios se rasguraba, estaba perdida, si reía le dolia, si sollozaba les escocía, por eso había decidido quedarse en blanco, nula expresión, nulo sentimiento.
La salpicadura que dibujó en el mar, nunca llegó hasta el barranco, ni manchó los zapatos que allí se quedaron, porque siempre le había gustado sentir el agua entre sus dedos.
martes, 23 de marzo de 2010
Las señales me lo advirtieron.
Un muñeco cayéndose desde el cristal, un amor brujo deambulando por las sábanas.
Y cuando menos te lo esperas, tu pupila se da cuenta de que no estas sola entre la masa, que alguien se intercepta entre tu rutina y tu tranquilidad.
Lo mejor de todo es que los zapatos rojos no me dejaron desviarme del camino de baldosas amarillas.
Me gusta perderme entre la gente y que no me descubras, camuflada como una más, pero sin ser menos, me di cuenta de que todo pasó y el fallo no fue mío.
Un muñeco cayéndose desde el cristal, un amor brujo deambulando por las sábanas.
Y cuando menos te lo esperas, tu pupila se da cuenta de que no estas sola entre la masa, que alguien se intercepta entre tu rutina y tu tranquilidad.
Lo mejor de todo es que los zapatos rojos no me dejaron desviarme del camino de baldosas amarillas.
Me gusta perderme entre la gente y que no me descubras, camuflada como una más, pero sin ser menos, me di cuenta de que todo pasó y el fallo no fue mío.
lunes, 15 de febrero de 2010
miércoles, 10 de febrero de 2010
Si alguna vez me cruzas por la calle mirame de frente, no creas que porque no te he mirado fijamente no he notado tu presencia. He sentido la brisa que me recorría cada minuto a tu lado, he notado que en esa esquina donde se cruzaba mi camino ahora ya no hay nadie, solo una dirección sin destinatario.
Si alguna vez te cruzas conmigo por la calle no me evites, enfrentame como yo lo hice, como yo te demostré. Como yo un día lo hice con la noche, con la muerte y con las dudas, las cogí del brazo y les dije " mis temores no son más grandes que mis pasiones".
Si alguna vez te cruzas conmigo por la calle no me evites, enfrentame como yo lo hice, como yo te demostré. Como yo un día lo hice con la noche, con la muerte y con las dudas, las cogí del brazo y les dije " mis temores no son más grandes que mis pasiones".
viernes, 29 de enero de 2010
"El fuego de la abuela era el brasero. Salía a encenderlo muy de mañana al descansillo de la escalera y se estaba un rato atizándolo con una palmeta de junco. Luego lo cubría con la ceniza del día anterior que babia puesto en el borde mientras se encendía el picón nuevo. Así echaba la abuela un día sobre otro y los tenía todos enhebrados en un hilo de ceniza" (Industrias y Andanzas de Alfanhui)
Acabó de encontrar la imagen de mi abuela entre citas de textos que estudio. Creo que es lo más cercano que he estado de ella en años.
Acabó de encontrar la imagen de mi abuela entre citas de textos que estudio. Creo que es lo más cercano que he estado de ella en años.
viernes, 22 de enero de 2010
miércoles, 20 de enero de 2010
Contar hacía atrás la volvía loca. La sensación de ir desmenuzando los números entre sus labios la excitaba tanto el ser que se sentía más poderosa. Controlaba todo en su mente.
Se decía así misma
" Si cuento hasta 6 y no pasa una persona en bicicleta quiere decir que no tengo que hacerlo"
10.....9...8.....7.....6 y no pasaba nada. Ni un solo alma. Pero ella necesitaba una segunda prueba
" Si cuento hasta 3 y la gota de café no se derrama por la taza es que no tengo que hacerlo"
6...5....4....3 y no pasa nada. Ni el café se inmutó. Pero ella necesitaba una tercera prueba.
"Si cuento hasta 0 y no llega el autobús quire decir que no tengo que hacerlo"
3...4....2......1...... y el autobús llegó, pero ella ya lo hizo.
Se decía así misma
" Si cuento hasta 6 y no pasa una persona en bicicleta quiere decir que no tengo que hacerlo"
10.....9...8.....7.....6 y no pasaba nada. Ni un solo alma. Pero ella necesitaba una segunda prueba
" Si cuento hasta 3 y la gota de café no se derrama por la taza es que no tengo que hacerlo"
6...5....4....3 y no pasa nada. Ni el café se inmutó. Pero ella necesitaba una tercera prueba.
"Si cuento hasta 0 y no llega el autobús quire decir que no tengo que hacerlo"
3...4....2......1...... y el autobús llegó, pero ella ya lo hizo.
domingo, 17 de enero de 2010
sábado, 16 de enero de 2010
Yo no tengo un dios,
ni creo en una religión
y tampoco creo que nadie me tenga que salvar de nada.
Pero tengo intuición
y creo en el instante justo
y también creo que alguien está a mi lado para salvarme
Por ello tengo que cuidarte como a un Dios
creo que te haré una religión
y puede que creer en tí me salve de este devenir.
ni creo en una religión
y tampoco creo que nadie me tenga que salvar de nada.
Pero tengo intuición
y creo en el instante justo
y también creo que alguien está a mi lado para salvarme
Por ello tengo que cuidarte como a un Dios
creo que te haré una religión
y puede que creer en tí me salve de este devenir.
jueves, 14 de enero de 2010
Yo también alguna vez quise ser Alfonsina y lanzarme al mar, pero no lo encontré mientras andaba en círculos.
A mí también me acompañó la angustia y el dolor, me arrullaban como a ella las caracolas, pero en mi caso eran voces del pasado, que me hablaban, que me hacía sentirme viva. Por eso no encontré el mar, porque esa voz no fue mi guía entre las rocas, ni me hizo un vestido para la última noche.
Mientras Alfonsina espera que sean otros quienes contesten a tus llamadas, yo te espero aquí, impasible y me repito a corazón abierto que des señales de vida, porque si yo no fui al mar es porque fuiste tú quien ocupó ese lugar, aquella tarde de invierno, cuando yo decidí no volver; y la soledad quiso llamar a la puerta donde no había marca roja.
Te confundiste de camino, tomaste mi lugar y ahora no puedo seguirte, mis círculos se cierran, me impiden respirar. Pero no será una muerte como la tuya, ahogado en el mar, la mía será de pena, con las rodillas en la arena y la espuma entre las uñas. Esperando.
A mí también me acompañó la angustia y el dolor, me arrullaban como a ella las caracolas, pero en mi caso eran voces del pasado, que me hablaban, que me hacía sentirme viva. Por eso no encontré el mar, porque esa voz no fue mi guía entre las rocas, ni me hizo un vestido para la última noche.
Mientras Alfonsina espera que sean otros quienes contesten a tus llamadas, yo te espero aquí, impasible y me repito a corazón abierto que des señales de vida, porque si yo no fui al mar es porque fuiste tú quien ocupó ese lugar, aquella tarde de invierno, cuando yo decidí no volver; y la soledad quiso llamar a la puerta donde no había marca roja.
Te confundiste de camino, tomaste mi lugar y ahora no puedo seguirte, mis círculos se cierran, me impiden respirar. Pero no será una muerte como la tuya, ahogado en el mar, la mía será de pena, con las rodillas en la arena y la espuma entre las uñas. Esperando.
martes, 12 de enero de 2010
lunes, 11 de enero de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
Peor para el sol que no se atreve a luchar contra la nieve que tapa los agujeros de tu despedida.
Hoy he visto fotos tuyas que había creido romper, letras tuyas que había pensado tirar y música que una vez me regalaste.
La caja de recuerdos, de bagatelas de historietas, de vivencias tiene que quedar vacía, es ella o yo, es el recuerdo o el vivir de nuevo. Pero el sol sigue allí, aunque no lo note, aunque no caliente, aunque no me mire de frente. Y sigue ahí todo ese engranaje de sentimientos, congelado por la nieve, como si volviera dentro de un tiempo a florecer. Y lo sabes y lo se y el tiempo debe pasar y nos recompensará, porque mi cuerpo lo hizo el sol para derretir tu nieve, tu fría nieve.
Hoy he visto fotos tuyas que había creido romper, letras tuyas que había pensado tirar y música que una vez me regalaste.
La caja de recuerdos, de bagatelas de historietas, de vivencias tiene que quedar vacía, es ella o yo, es el recuerdo o el vivir de nuevo. Pero el sol sigue allí, aunque no lo note, aunque no caliente, aunque no me mire de frente. Y sigue ahí todo ese engranaje de sentimientos, congelado por la nieve, como si volviera dentro de un tiempo a florecer. Y lo sabes y lo se y el tiempo debe pasar y nos recompensará, porque mi cuerpo lo hizo el sol para derretir tu nieve, tu fría nieve.
sábado, 9 de enero de 2010
viernes, 8 de enero de 2010
Quise no hacer daño, pero mis manos rompieron civilizaciones.
Mis pies destruyeron bosques y derramaron mares.
El daño volvió a mí convertido en palabras.
Quise borrar mis actos, pero me obligué a mirar para delante.
Chevalley me dijo al odio "Algo debe cambiar para que todo sigal igual"
Y aquí estoy, con mis manos impregnadas otra vez de frases sin sentido,
para que alguien, aún más sin sentido, quiera leerlas.
Mis pies destruyeron bosques y derramaron mares.
El daño volvió a mí convertido en palabras.
Quise borrar mis actos, pero me obligué a mirar para delante.
Chevalley me dijo al odio "Algo debe cambiar para que todo sigal igual"
Y aquí estoy, con mis manos impregnadas otra vez de frases sin sentido,
para que alguien, aún más sin sentido, quiera leerlas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)