sábado, 5 de junio de 2010

Recuerdo las manos de mi abuela acariciándome el pelo y regañándome por cortarme mi larga melena. La yaya tenía nombre de ángel y de vencedora.

Por eso no he querido verla, no he querido despedirme de ella, he querido y decidido recordarla.

1 comentario:

janis dijo...

lo bueno de los recuerdos es que podemos elegirlos ;)
mucho tiempo sin pasarme por aquí! pásate por mi pequeño vicolo, lo he puesto patas arriba y he cambiado todo! mira a ver qué te parece.

un bacio, amore mio