He soportado que entres en mis pensamientos cada madrugada, con la intención de hacerme ver que aquella noche tuvo que ser diferente.
Me he creado la imagen de que tuve valor y fuerza, pero en realidad salí corriendo con la idea de que tú me cogieras de la mano.
Corriste, pero en dirección contraria, mientras yo gritaba.
"¿No pensarías que iba a marcharme con las manos vacías por tí?"
viernes, 27 de agosto de 2010
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