A veces, cuando pienso y te observo.
Cuando te miro y te contemplo.
En ocasiones en las que me pongo tu ropa.
El instante en el que huelo a ti.
A veces, cuando hablo sobre ti y te nombro.
Cuando me río contigo y me sonries.
En ocasiones en las que me das la mano en la calle.
El instante en el que me besas.
A veces, cuando recapacito sobre lo nuestro.
Cuando me levanto y estás ahí.
En ocasiones en las que leo un mensaje tuyo.
El instante en el que mi cuerpo se acelera.
A veces, cuando me haces el amor despacio.
Cuando me haces el amor salvajemente.
En ocasiones en las que el sudor me empapa.
El instante en el que el gemido es la mejor definición.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
Déjame acercarme.
Estoy casi a un paso, pero hay algo que me limita.
Algo que tira de mi.
Todavía sigue aquí, en mi mente, en mi sangre.
Mis pies me fallan, las uñas no se agarran a tu piel.
Pierdo el equilibrio y sé que voy a caer y no estarás para sujetarme.
Algo me está aferrando.
Todavía puedo notarlo, entrando por mi nariz, instalando en mi pupila.
Ya no puedo más, una vez lo intenté y fallé.
Mis brazos no aguantan el peso, mis caderas ya no me sostienen.
Algo me está paralizando.
Todavía puede conmigo, me hace sollozar.
No puedo luchar.
Estoy casi a un paso, pero hay algo que me limita.
Algo que tira de mi.
Todavía sigue aquí, en mi mente, en mi sangre.
Mis pies me fallan, las uñas no se agarran a tu piel.
Pierdo el equilibrio y sé que voy a caer y no estarás para sujetarme.
Algo me está aferrando.
Todavía puedo notarlo, entrando por mi nariz, instalando en mi pupila.
Ya no puedo más, una vez lo intenté y fallé.
Mis brazos no aguantan el peso, mis caderas ya no me sostienen.
Algo me está paralizando.
Todavía puede conmigo, me hace sollozar.
No puedo luchar.
sábado, 17 de diciembre de 2011
Aquí estoy, sin nada más que con mi cuerpo.
Un trozo de algo, de nada, de todo intentando ser mucho más.
Dos ojos, una boca, una nariz, dos pechos, piernas, brazos y vientre.
Con él te siento, con él noto todo lo que me estás creando. A veces duele y otras veces flota.
Pelo, dientes, uñas, poros, moratones, rasguños, bocados. Todo cabe en este saco de inquietudes.
Puede parecer que no pertenezca a este cuerpo, que no lo sienta mío y sea una cárcel para mí. Incluso en las noches en las que lo abro de par en par para que entres, para que encuentres reposo en él; lo veo desde arriba, esperando a que me llame y tire de mí.
Un trozo de algo, de nada, de todo intentando ser mucho más.
Dos ojos, una boca, una nariz, dos pechos, piernas, brazos y vientre.
Con él te siento, con él noto todo lo que me estás creando. A veces duele y otras veces flota.
Pelo, dientes, uñas, poros, moratones, rasguños, bocados. Todo cabe en este saco de inquietudes.
Puede parecer que no pertenezca a este cuerpo, que no lo sienta mío y sea una cárcel para mí. Incluso en las noches en las que lo abro de par en par para que entres, para que encuentres reposo en él; lo veo desde arriba, esperando a que me llame y tire de mí.
viernes, 16 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
A veces, en ciertas noches que no estás, intento dibujar tu cuerpo sobre la sábana.
Hago que mi brazo izquierdo me toque como si fuera tu brazo derecho.
Me pongo boca abajo y miro por encima de mi hombro por si acaso estás detrás de mí, acariciando mi espalda.
Comienzo a tocarme, como si fueras tú el que me toca, y gimo, como si estuvieras allí para escucharlo.
A veces, en ciertas noches que no estás, intento dibujar tu cuerpo sobre la sábana.
Me relamo los labios por si saben a los tuyos e imagino que me besas dulce y salvajemente.
Mis pezones señalan al punto en el que tu cabeza debería estar y observarlos.
Mi aliento se para a ratos persiguiendo el ritmo de tu aliento, que aunque está ausente, se ha quedado en mi memoria.
A veces, en ciertas noches que no estás, intento dibujar tu cuerpo sobre la sábana.
Hago que mi brazo izquierdo me toque como si fuera tu brazo derecho.
Me pongo boca abajo y miro por encima de mi hombro por si acaso estás detrás de mí, acariciando mi espalda.
Comienzo a tocarme, como si fueras tú el que me toca, y gimo, como si estuvieras allí para escucharlo.
A veces, en ciertas noches que no estás, intento dibujar tu cuerpo sobre la sábana.
Me relamo los labios por si saben a los tuyos e imagino que me besas dulce y salvajemente.
Mis pezones señalan al punto en el que tu cabeza debería estar y observarlos.
Mi aliento se para a ratos persiguiendo el ritmo de tu aliento, que aunque está ausente, se ha quedado en mi memoria.
A veces, en ciertas noches que no estás, intento dibujar tu cuerpo sobre la sábana.
domingo, 11 de diciembre de 2011
Hubo una historia
con finales anteponiéndose a las causas.
Una chica de gran sonrisa y lagrimal delicado.
Temerosa de sus propios movimientos, de sus propias sombras, de sus pequeños pasos.
Hubo una historia
con principios anteponiéndose a las consecuencias.
Un chico de pequeña sonrisa y lagrimal vacío.
Temeroso de sus pies paralizados, de las luces alumbrando sus grandes pasos.
Hubo una historia, reflejada en sus pupilas, que alguien contó en voz baja.
con finales anteponiéndose a las causas.
Una chica de gran sonrisa y lagrimal delicado.
Temerosa de sus propios movimientos, de sus propias sombras, de sus pequeños pasos.
Hubo una historia
con principios anteponiéndose a las consecuencias.
Un chico de pequeña sonrisa y lagrimal vacío.
Temeroso de sus pies paralizados, de las luces alumbrando sus grandes pasos.
Hubo una historia, reflejada en sus pupilas, que alguien contó en voz baja.
viernes, 9 de diciembre de 2011
domingo, 4 de diciembre de 2011
Ella, amarillo témpera en su melana no dejó de observarle.
Él, negro crepuscular en su cabelo le permitió mirar.
Ojos prendados de sonrisa. Bocas llenas de imágenes.
Manos colgadas de hombros esperando ser tocados.
Ellos eran unos enamorados, ellos lo tenían todo y si no lo tenían, lo tendrían.
Ya no eran sentimientos tristes, simplemente sentimientos.
Quizás un día los hubiera pero lo esperaban con calma.
Ella, verde lima en su pupila le besaba.
Él, negro oliva en su iris le permitía ser besado.
Quizás no sean nada, pero lo son todo juntos y sino, lo serán.
Él, negro crepuscular en su cabelo le permitió mirar.
Ojos prendados de sonrisa. Bocas llenas de imágenes.
Manos colgadas de hombros esperando ser tocados.
Ellos eran unos enamorados, ellos lo tenían todo y si no lo tenían, lo tendrían.
Ya no eran sentimientos tristes, simplemente sentimientos.
Quizás un día los hubiera pero lo esperaban con calma.
Ella, verde lima en su pupila le besaba.
Él, negro oliva en su iris le permitía ser besado.
Quizás no sean nada, pero lo son todo juntos y sino, lo serán.
jueves, 24 de noviembre de 2011
La luz estaba apagada. Las palabras dulces y tiernas comenzaron a reproducirse a escasos centímetros de sus bocas.
Entre beso y beso, sus cuerpo cada vez estaban más unidos.
Desnudos, sin muros, aquello era el paraíso.
Un suspiro y un par de palabras "mi chica"
¿De verdad? - insitió ella con voz temblorosa
- De verdad- aclaró él- y yo tu chico.
- ¿De verdad? - repitó incesantemente
- ¿Quiéres ser mi chica?
- Si
Y lo que allí sucedió es una bonita y tierna historia de alcoba que acaba de empezar.
Entre beso y beso, sus cuerpo cada vez estaban más unidos.
Desnudos, sin muros, aquello era el paraíso.
Un suspiro y un par de palabras "mi chica"
¿De verdad? - insitió ella con voz temblorosa
- De verdad- aclaró él- y yo tu chico.
- ¿De verdad? - repitó incesantemente
- ¿Quiéres ser mi chica?
- Si
Y lo que allí sucedió es una bonita y tierna historia de alcoba que acaba de empezar.
martes, 22 de noviembre de 2011
domingo, 20 de noviembre de 2011
Te desafio, corazón.
Te desafio a que te atrevas a decírmelo. Aquello de lo que tienes tanto miedo.
Sé que lo estás deseando
Qué me hagas tuya, formar parte de ti, como una anexo a tu cuerpo al que poder tocar y acariciar continuamente.
Te desafío corazón.
Te desafío a que me quieras como te quiero yo
miércoles, 16 de noviembre de 2011
lunes, 14 de noviembre de 2011
domingo, 6 de noviembre de 2011
sábado, 5 de noviembre de 2011
domingo, 30 de octubre de 2011
Llevo todo el día en la misma posición.
Esperando que vuelvas.
Que regreses.
Me duelen las piernas, ya no las siento.
Me duelen los brazos, para qué los quiero.
Llevo años, en realidad, esperando.
Un día pasaste, te quedaste, se hicieron años, a mí lado.
Un día te fuiste, te largaste diciendo que volverías.
Fueron siglos.
Esperando que vuelvas.
Que regreses.
Me duelen las piernas, ya no las siento.
Me duelen los brazos, para qué los quiero.
Llevo años, en realidad, esperando.
Un día pasaste, te quedaste, se hicieron años, a mí lado.
Un día te fuiste, te largaste diciendo que volverías.
Fueron siglos.
sábado, 22 de octubre de 2011
Tengo ganas de decirte "te quiero".
De desnudarme y ponerme detrás, a tu espalda, y abrazarte con las piernas mientras te beso.
Tengo ganas de hacerte el amor muy despacio.
De que hagamos la cena juntos y se convierta en algo sexual.
Tengo ganas de amarte.
De dormir desnudos entre sábanas, de que dejes de respirar mientras te masturbo.
Tengo ganas de vivir contigo.
De saber todo de tí, de que tu no sepas nada de mí y aún así te guste.
Tengo ganas de tener ganas, de tenerte, de tener que cuidar de ti.
De desnudarme y ponerme detrás, a tu espalda, y abrazarte con las piernas mientras te beso.
Tengo ganas de hacerte el amor muy despacio.
De que hagamos la cena juntos y se convierta en algo sexual.
Tengo ganas de amarte.
De dormir desnudos entre sábanas, de que dejes de respirar mientras te masturbo.
Tengo ganas de vivir contigo.
De saber todo de tí, de que tu no sepas nada de mí y aún así te guste.
Tengo ganas de tener ganas, de tenerte, de tener que cuidar de ti.
domingo, 25 de septiembre de 2011
Me gusta este momento.
No el antes de este momento, ni el después de este momento.
Me gusta el cambio de segundo.
No el que iba justo antes o el que viene justo después.
Me gusta mi expresión cuando digo ahora.
No el gesto cuando comienzo a decirlo ni cuando he terminado.
Me gustas tú, ahora, no los que estaban primero ni los que vendrán después.
No el antes de este momento, ni el después de este momento.
Me gusta el cambio de segundo.
No el que iba justo antes o el que viene justo después.
Me gusta mi expresión cuando digo ahora.
No el gesto cuando comienzo a decirlo ni cuando he terminado.
Me gustas tú, ahora, no los que estaban primero ni los que vendrán después.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Te prometo que si me dejas te voy a querer.
Te haré el amor como nunca nadie te lo podrá hacer.
Te besaré hasta dejarte sin aliento, lo haré como a tí te gusta,
Si me lo permites te acariciaré cada milímetro de tu piel.
Si me dejas te lameré mientras sudamos y sentimos neustro cuerpo.
Si no te importa te haré reir, te haré la persona más feliz del mundo.
Te prometo que te amaré. Si eso es lo que te prometo, amarte y punto.
Te haré el amor como nunca nadie te lo podrá hacer.
Te besaré hasta dejarte sin aliento, lo haré como a tí te gusta,
Si me lo permites te acariciaré cada milímetro de tu piel.
Si me dejas te lameré mientras sudamos y sentimos neustro cuerpo.
Si no te importa te haré reir, te haré la persona más feliz del mundo.
Te prometo que te amaré. Si eso es lo que te prometo, amarte y punto.
viernes, 23 de septiembre de 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
sábado, 10 de septiembre de 2011
jueves, 8 de septiembre de 2011
sábado, 3 de septiembre de 2011
Me puse a bailar con el tiempo sin saber si me sabía ese baile, si quería bailarlo o si yo era la única con la que él iba a bailar esa noche. Simplemente bailé y quise almacenar los pasos.
Más tarde, quise recordar los pasos, pero sólo recordaba una leve melodía. No recordaba ni la cara del tiempo, ni lo que me hizo sentir, ni si yo era la única con la que él bailó esa noche.
Un buen día, recordé uno de los pasos y ví que no me gustaba ese baile, ni la melodía que ya casi ni recordaba. También decubrí que el tiempo no me gustaba y me daba igual que yo hubiese sido otra más en la fila para bailar con él.
Más tarde, quise recordar los pasos, pero sólo recordaba una leve melodía. No recordaba ni la cara del tiempo, ni lo que me hizo sentir, ni si yo era la única con la que él bailó esa noche.
Un buen día, recordé uno de los pasos y ví que no me gustaba ese baile, ni la melodía que ya casi ni recordaba. También decubrí que el tiempo no me gustaba y me daba igual que yo hubiese sido otra más en la fila para bailar con él.
jueves, 1 de septiembre de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
lunes, 22 de agosto de 2011
jueves, 11 de agosto de 2011
martes, 9 de agosto de 2011
domingo, 7 de agosto de 2011
Lucía intentó volver a hacerse daño. Fue una tarde con mucho sol.
Cogió carrerilla y se enamoró. No lo pensó dos veces, se lanzó, se entregó por completo.
Sabía que esa era su peor opción, tras los altibajos, el médico le recomendó que no se enamorase de nuevo.
Lucía simplemente no lo vio venir. Estaba ahi parada y esos ojos la miraron.
Cogió carrerilla y se enamoró. No lo pensó dos veces, se lanzó, se entregó por completo.
Sabía que esa era su peor opción, tras los altibajos, el médico le recomendó que no se enamorase de nuevo.
Lucía simplemente no lo vio venir. Estaba ahi parada y esos ojos la miraron.
martes, 2 de agosto de 2011
http://www.youtube.com/watch?v=fREuvkWlLXY
Esperar a encontrarme algo así escrito para mí en algún rincón de esta maldita ciudad.
Esperar a encontrarme algo así escrito para mí en algún rincón de esta maldita ciudad.
jueves, 28 de julio de 2011
Me he vuelto a encontrar con un viejo amor.
Siempre aparece cuando me encuentro más sola.
Cuando sabe que le necesito, que sin él no puedo vivir.
Esta vez he llamado yo a su puerta. Le he tocado y le he gritado.
Siempre me riñe, me manosea, mi toquetea y se va dejándome tirada.
Siempre vuelve. Siempre volverá.
Siempre aparece cuando me encuentro más sola.
Cuando sabe que le necesito, que sin él no puedo vivir.
Esta vez he llamado yo a su puerta. Le he tocado y le he gritado.
Siempre me riñe, me manosea, mi toquetea y se va dejándome tirada.
Siempre vuelve. Siempre volverá.
lunes, 25 de julio de 2011
En noches en las que no puedo dormir recuerdo nuestro encuentro en la escalera.
Ardientes, intenso, placentero.
Mis piernas sobre tus caderas, tus manos arrancando mi sujetador.
Aún noto el sabor de tu sudor sobre la piel y mi lengua lamiendo tu cuello.
En noches en las que no puedo dormir, intento no pensar en tí, no acordarme de tu cara.
De tus manos tocándome como un instrumento.
Lo malo, es que cuando no puedo dormir es porque ya no estás.
Ardientes, intenso, placentero.
Mis piernas sobre tus caderas, tus manos arrancando mi sujetador.
Aún noto el sabor de tu sudor sobre la piel y mi lengua lamiendo tu cuello.
En noches en las que no puedo dormir, intento no pensar en tí, no acordarme de tu cara.
De tus manos tocándome como un instrumento.
Lo malo, es que cuando no puedo dormir es porque ya no estás.
martes, 12 de julio de 2011
domingo, 10 de julio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
lunes, 9 de mayo de 2011
miércoles, 20 de abril de 2011
sábado, 16 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
miércoles, 23 de marzo de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
viernes, 18 de marzo de 2011
miércoles, 16 de marzo de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
Recuerdo despertarme en mitad de la noche, con un leve cosquilleo en el cuerpo.
Dar vueltas en la cama, con las sábanas enredadas en los pies. Sin más pijama que tus manos.
Tus ojos abiertos me observaban desde el escritorio y una leve luz tenue te servía de guía para terminar tu obra de arte.
Yo me giraba por miedo a que descubrieras mi defectos, pero tu seguías mirando fijamente. Sonreías y tus manos, manchadas de pintura, acariciaban tu rodilla.
Te llamé y tu accediste a acercarte, eran fáciles las cosas cuando nos amábamos. Me abrazaste y dejaste que me volviese a dormir.
Despacio, regresaste a la silla, volviendo a observar tu obra. Un te quiero escrito con tinta en mi espalda marcaría el camino hacia el amor.
Hubo un antes y un después y nunca un igual.
miércoles, 9 de marzo de 2011
domingo, 27 de febrero de 2011
domingo, 13 de febrero de 2011
Vagón
Vagón
Vagón.
Tú en un extremo, yo en otro. Comienzo a canturrear, tú sonries y me miras.
Yo te mantengo la mirada y vuelvo a sonreir.
Estación
Estación
Estación.
Me bajo, tú también. En las escaleras mecánicas me rozas la mano al adelantarme.
Yo sigo tus zancadas.
Escaleras
Escaleras
Escaleras.
La gente comienza a separarnos, intento seguirte con la mirada pero ya no me buscas.
Empujones que me hacen perder la orientación.
Salida
Salida
Salida.
Te pierdo en el horizonte, cruzas la calle y una maraña de coches se opone a que te siga.
Mantengo la compostura, el amor se presentó ante mí y no supe retenerlo.
Vagón
Vagón.
Tú en un extremo, yo en otro. Comienzo a canturrear, tú sonries y me miras.
Yo te mantengo la mirada y vuelvo a sonreir.
Estación
Estación
Estación.
Me bajo, tú también. En las escaleras mecánicas me rozas la mano al adelantarme.
Yo sigo tus zancadas.
Escaleras
Escaleras
Escaleras.
La gente comienza a separarnos, intento seguirte con la mirada pero ya no me buscas.
Empujones que me hacen perder la orientación.
Salida
Salida
Salida.
Te pierdo en el horizonte, cruzas la calle y una maraña de coches se opone a que te siga.
Mantengo la compostura, el amor se presentó ante mí y no supe retenerlo.
miércoles, 9 de febrero de 2011
jueves, 27 de enero de 2011
domingo, 16 de enero de 2011
Ella no tenía nombre. No le hacía falta. Se llamaba como él quisiera.
Se hacía llamar mano cuando él disfrutaba de sus caricias, boca cuando le besaba, orgasmo cuando llegaba el placer.
No necesitaba etiquetarse, era todas en una. La había buscado durante mucho tiempo y allí la encontró, entre las demás miradas. No tuvo que llamarla, ella le estaba esperando y no tuvo que presentarse, se conocía de otras vidas, otros cuerpos.
Se llamaba cuerpo, alma, mente. Era tan perfecta, tan sublime...el color del sol, el del rubí, el de la esmeralda.
Ella se entregó sin preguntar, sin quejas ni dramatismos. Un día ella se fué, como vino, se marchó sin despedirse, sin hablar sin casi respirar.
Él no supo pararla, no pudo llamarla en la oscuridad, en la noche, nunca supo su nombre.
Se hacía llamar mano cuando él disfrutaba de sus caricias, boca cuando le besaba, orgasmo cuando llegaba el placer.
No necesitaba etiquetarse, era todas en una. La había buscado durante mucho tiempo y allí la encontró, entre las demás miradas. No tuvo que llamarla, ella le estaba esperando y no tuvo que presentarse, se conocía de otras vidas, otros cuerpos.
Se llamaba cuerpo, alma, mente. Era tan perfecta, tan sublime...el color del sol, el del rubí, el de la esmeralda.
Ella se entregó sin preguntar, sin quejas ni dramatismos. Un día ella se fué, como vino, se marchó sin despedirse, sin hablar sin casi respirar.
Él no supo pararla, no pudo llamarla en la oscuridad, en la noche, nunca supo su nombre.
lunes, 10 de enero de 2011
A veces, cuando no puedo dormir intento reconstruir, paso a paso, nuestra historia de amor.
Puede que cambie algunas cosas, algunas frases, lugares, sentimiento; pero siempre con la misma esencia.
Puede que algún día, cuando todo vaya mal con otras personas, en otros lugares y en otros momentos compare nuestro amor y piense que toqué techo, que tú fuiste el amor de mi vida.
Mientras tanto, cada noche, reconstruyo nuestra historia de amor. Por si alguna vez cayera dormida tan profundamente que nunca más recordara lo que una vez fuimos.
Puede que cambie algunas cosas, algunas frases, lugares, sentimiento; pero siempre con la misma esencia.
Puede que algún día, cuando todo vaya mal con otras personas, en otros lugares y en otros momentos compare nuestro amor y piense que toqué techo, que tú fuiste el amor de mi vida.
Mientras tanto, cada noche, reconstruyo nuestra historia de amor. Por si alguna vez cayera dormida tan profundamente que nunca más recordara lo que una vez fuimos.
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