Nunca tuve tantas ganas de bailar como cuando sonó nuestra canción.
Desnudame, lentamente, suavemente con tus manos.
Deja que me crea la mujer más maravillosa del mundo, aunque sea mentira.
Nunca dejes que mis caderas lleguen a ser piedras que no me permitan albergar nuestro amor
lunes, 9 de mayo de 2011
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