sábado, 17 de diciembre de 2011

Aquí estoy, sin nada más que con mi cuerpo.
Un trozo de algo, de nada, de todo intentando ser mucho más.
Dos ojos, una boca, una nariz, dos pechos, piernas, brazos y vientre.
Con él te siento, con él noto todo lo que me estás creando. A veces duele y otras veces flota.

Pelo, dientes, uñas, poros, moratones, rasguños, bocados. Todo cabe en este saco de inquietudes.
Puede parecer que no pertenezca a este cuerpo, que no lo sienta mío y sea una cárcel para mí. Incluso en las noches en las que lo abro de par en par para que entres, para que encuentres reposo en él; lo veo desde arriba, esperando a que me llame y tire de mí.



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