Hubo una historia
con finales anteponiéndose a las causas.
Una chica de gran sonrisa y lagrimal delicado.
Temerosa de sus propios movimientos, de sus propias sombras, de sus pequeños pasos.
Hubo una historia
con principios anteponiéndose a las consecuencias.
Un chico de pequeña sonrisa y lagrimal vacío.
Temeroso de sus pies paralizados, de las luces alumbrando sus grandes pasos.
Hubo una historia, reflejada en sus pupilas, que alguien contó en voz baja.
domingo, 11 de diciembre de 2011
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