lunes, 25 de julio de 2011

En noches en las que no puedo dormir recuerdo nuestro encuentro en la escalera.
Ardientes, intenso, placentero.
Mis piernas sobre tus caderas, tus manos arrancando mi sujetador.
Aún noto el sabor de tu sudor sobre la piel y mi lengua lamiendo tu cuello.

En noches en las que no puedo dormir, intento no pensar en tí, no acordarme de tu cara.
De tus manos tocándome como un instrumento.

Lo malo, es que cuando no puedo dormir es porque ya no estás.

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