domingo, 7 de agosto de 2011

Lucía intentó volver a hacerse daño. Fue una tarde con mucho sol.
Cogió carrerilla y se enamoró. No lo pensó dos veces, se lanzó, se entregó por completo.
Sabía que esa era su peor opción, tras los altibajos, el médico le recomendó que no se enamorase de nuevo.

Lucía simplemente no lo vio venir. Estaba ahi parada y esos ojos la miraron.

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