miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cuándo decir adios

Hoy me costó decir adios. Te dejé olvidada en aquella esquina tovadía sin saber que haría contigo.
Tantas horas juntas, siendo ya parte de mí. Me dejaba guiar, mi cabeza solo asintía a tus actos.
Conocimos nuevas ciudades, nuevos caminos, atajos y pasadizos para redescubrirme con el paso del tiempo.
Siempre te dejaba allí al pie de camas ajenas, con cuerpos desnudos que a veces me daban más frío del que yo necesitaba desprenderme.
Siempre fuiste una escapatoria, me ayudaste a correr, a ir despacio y con mesura, a darme prisa cuando creí que no llegaba.

Y ahora mientras esucho a Nutini, y te veo en la esquina, esperando tu firme sentencia, creo que tu fuiste más fuerte que yo, que pudiste alcanzar nuevas metas pero que me temblaron demasiado las piernas.

1 comentario:

Garabatista dijo...

Tus textos son realmente adorables... Me encantan.
Te iré siguiendo!
Un saludo